Celso había sido Cónsul en el año 92, y posteriormente fue Procónsul de Asia, cuya capital era Éfeso.
Muestra también cómo las bibliotecas públicas no solo se construían en la misma Roma, sino en todo el Imperio romano.
Solo sobrevivió la fachada, que cayó por otro terremoto, en los siglos X o XI, tras lo cual permaneció en ruinas por más de 900 años.
Este tipo de fachada, con marcos insertados y nichos para estatuas, es similar al usado en los antiguos teatros griegos (el edificio del escenario detrás de la orchestra, o skené) y, por lo tanto, se puede decir que es una fachada "escenográfica".
Su interior, que no está casi restaurado, era una sola habitación rectangular, de 17 por 11 metros, con un ábside central, enmarcado por un gran arco en la pared del fondo.
A lo largo de los otros tres lados había huecos rectangulares que contenían armarios y estantes para los 12 000 rollos.
El techo era plano, y puede haber tenido un óculo cuadrado central, para proporcionar más luz.
El estilo de la biblioteca, con su fachada ornamentada, equilibrada y bien planificada, refleja la influencia griega en la arquitectura romana.