[n 2] Las principales creencias cristianas acerca de Jesucristo incluyen su consideración como el Hijo de Dios,[8] constituido como Señor; que fue concebido por el Espíritu Santo y que nació de la Virgen María; que fue crucificado, muerto y sepultado durante el mandato de Poncio Pilato; que descendió a los infiernos y posteriormente resucitó de la muerte y subió a los cielos, donde se encuentra junto a Dios Padre y desde donde volverá para el Juicio Final.Se revela que los santos habían sido escogidos en Cristo desde antes de la fundación del mundo.[18] La concepción hebrea del ungido o entronizado proviene de la antigua creencia que establece que untar a una persona u olear un objeto con aceite otorga cualidades extraordinarias, incluso sobrenaturales, cuando estas provienen de una autoridad divina.El término Cristo no solo se utilizaba con los sacerdotes[19] que eran mediadores entre Dios y la humanidad, sino también con los reyes teocráticos[20] que eran representantes de Dios y adquirían de esa manera dignidad sacerdotal.Otras religiones, sobre todo los musulmanes,[25] judíos ortodoxos, conservadores, y reformistas,[26] lo consideran solamente como un gran profeta o predicador de su pueblo ―el pueblo judío― y el fundador de la religión cristiana, en quien sus seguidores creen y afirman que es el hijo encarnado de Dios.En la carta de Pablo a los romanos se explica lo que es la salvación,[28] pero con más precisión en la carta del apóstol Pablo a los Efesios: «Cristo, con su muerte y su Resurrección, es quien elimina la deuda del pecado humano y vehicula en su persona esa gracia redentora».La creencia cristiana (o más bien el Evangelio) afirma que Dios se manifestó a los hombres en la persona de Jesús de Nazaret (en hebreo: Yeshúa), siendo el Hijo de Dios hecho hombre y, por tanto, el Mesías anunciado por los profetas en las escrituras, y ansiosamente esperado por Israel (según las Escrituras).Sus seguidores extendieron su culto por todo el mundo basándose en la idea de que Jesús había resucitado.Los seguidores de Cristo en el mundo actual no forman un conjunto único y uniforme, sino que se agrupan en distintas confesiones, como las iglesias católica, ortodoxa, anglicana, luterana, bautista, anabaptista, menonita, presbiteriana, metodista, mormona, etc. Y aún los hay que no reconocen un vínculo con algún grupo.[n 3] Teología En el cristianismo primitivo, Jesús de Nazaret fue visto por algunos de sus contemporáneos judíos como el Mesías que se profetizaba en el Tanaj, pero tiempo después, Jesús fue visto como la imagen de Dios, separándose del judaísmo y creando su propio libro sagrado, la Biblia.La mayoría de los cristianos tienen como dogma la Santísima Trinidad que representa a Dios, el teólogo Arrio discrepó de esa enseñanza y dijo que Jesús estaba subordinado a Dios Padre y por lo tanto no hace parte de Dios, ese modelo llevó a un movimiento llamado Unitarismo .El teólogo Nestorio indicaba que Jesús y Dios son de naturaleza divina pero separados.Saliendose del cristianismo, en el islam, Jesús es uno de los tantos profetas enviados por Dios.Para el catolicismo, Cristo es el Hijo de Dios hecho hombre para la salvación del género humano, y esa es la «Buena Nueva»: Dios ha enviado a su Hijo.Esta doctrina encuentra sus antecedentes en distintos textos de la Sagrada Escritura, entre los que se puede citar:Se han producido dentro de la Iglesia católica distintos debates referidos a cómo deben interpretarse estas afirmaciones.Su posición oficial ha quedado fijada en las decisiones de los distintos Concilios: El Primer Concilio de Nicea, en el año 325, el primer concilio ecuménico que la Iglesia católica pudo realizar terminadas las persecuciones que padeció sus primeros 300 años, profundizó los textos bíblicos citados, afirmando que Jesucristo es consustancial al Padre (de la misma sustancia que el Padre), es decir, verdadero Dios.[40] Para la Iglesia católica, Cristo, en el mundo actual, es «Lumen Gentium», «Luz de los pueblos».Por un lado, la Iglesia católica sostiene que Dios ha preparado a María para tal misión, «en atención a los méritos de Cristo Jesús», preservándola del pecado original, en lo que se denomina su Inmaculada Concepción[45] y concediéndole multitud de gracias, las que ella misma reconoció diciendo: «Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas»[46] y a las que ella correspondió con absoluta fidelidad y entrega.A este respecto comenta san Alfonso María de Ligorio: «ya desde el principio de la Humanidad, Dios predijo a la serpiente infernal la victoria y el dominio que había de ejercer sobre él nuestra reina al anunciar que vendría al mundo una mujer que lo vencería […] ¿Y quién fue esta mujer su enemiga sino María, que con su preciosa humildad y vida santísima siempre venció y abatió su poder?«En aquella mujer fue prometida la Madre de nuestro Señor Jesucristo», dice san Cipriano.[60] A través de ella, la misma «Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros».[63] La Iglesia católica afirma ser ella la iglesia fundada por Cristo,[64] exhibiendo entre otros argumentos, la sucesión apostólica: todos los obispos católicos han sido ordenados por otro obispo, y así, remontándose hacia atrás, se llegará a uno de los apóstoles elegidos por Cristo.[70] Esta interpretación es realizada por la Iglesia, «columna y fundamento de la verdad», como dice San Pablo.La misma inclusión de los libros sagrados en el canon bíblico, ha sido un acto del Magisterio eclesiástico.Ya desde el comienzo del cristianismo, surgieron opiniones divididas respecto a las enseñanzas transmitidas por Jesucristo.[79] Por esto san Juan Crisóstomo pudo decir: «Cuánta gente dice hoy: ‘Querría ver a Cristo en persona, su cara, sus vestidos, sus zapatos’.