Eucaristía

[3]​ El Nuevo Testamento fue originalmente escrito en idioma griego y el sustantivo griego εὐχαριστία (eucharistia), que significa "acción de gracias", es mencionado algunas veces en este,[4]​ mientras que el verbo griego relacionado εὐχαριστήσας se encuentra varias veces en los relatos del Nuevo Testamento de la Última Cena,[5]​[6]​[7]​[8]​[9]​ incluyendo el primer relato más antiguo:[6]​ El término εὐχαριστία (eucharistia) aparece como rito[6]​ en la Didaché (documento de finales del siglo I o principios del II),[11]​[12]​[13]​[14]​ y por Ignacio de Antioquía (que murió entre 98 y 117)[13]​[15]​ y por Justino Mártir (Primera Apología escrita entre 155 y 157).[16]​[13]​[17]​ Hoy en día, "la Eucaristía" es el nombre todavía usado por los ortodoxos orientales, católicos, anglicanos, presbiterianos y luteranos.La teología católica considera a la eucaristía como un sacramento instituido por Jesucristo durante la Última Cena.El carácter sacrificial de la Eucaristía se manifiesta en las palabras mismas de la institución: "Esto es mi Cuerpo que será entregado por vosotros" y "Esta copa es la nueva Alianza en mi sangre, que será derramada por vosotros" (Lc 22,19-20).Una sola vez murió Cristo y en ella se inmoló a sí mismo; pero es inmolado cada día en el sacramento, porque en el sacramento se cumple la memoria de cuanto ha sido realizado una sola vez».[36]​ Hasta la Reforma Protestante, en dieciséis siglos de cristianismo, nunca se había dado un ataque directo a la doctrina del sacrificio eucarístico.[38]​ El sacrificio de Cristo es uno solo y la misa es un don recibido, no una ofrenda sacrificial que podamos dar a Dios.[44]​ Algunas de sus definiciones fueron: Pío XII en la encíclica Mediator Dei,[49]​ retoma la doctrina tridentina del sacrificio eucarístico: El Concilio Vaticano II, en la Constitución Sacrosanctum Concilium,[59]​ puntualizó:San Pablo VI en la encíclica Mysterium Fidei[60]​ subraya la ofrenda de la Iglesia como parte del sacrificio:San Juan Pablo II en la encíclica Ecclesia de Eucharistia,[62]​ mencionó que en la eucaristía:Esta presencia se denomina "real", no a título exclusivo, como si las otras presencias no fuesen "reales", sino por excelencia, porque es substancial, y por ella Cristo, Dios y hombre, se hace totalmente presente.[cita requerida] La mayoría de iglesias reformadas (bautistas, algunos pentecostales, etc.), creen que el pan y el vino no cambian y solo utilizan la eucaristía como una rememoración de la Última Cena.[86]​ San Juan Crisóstomo (f. 407): «Cuánta gente dice hoy: ‘Querría ver a Cristo en persona, su cara, sus vestidos, sus zapatos’.[87]​ En el Medioevo la reflexión fue más rica en matices debido al influjo de la escolástica.[104]​ El propósito del Concilio fue presentar la doctrina católica, rebatiendo las proposiciones de los reformadores.[106]​ Distinguió entre presencia «natural» y «sacramental», según el Concilio tan real como la primera: «Porque no son cosas que repugnen entre sí que el mismo Salvador nuestro esté siempre sentado a la diestra de Dios Padre, según su modo natural de existir, y que en muchos otros lugares esté para nosotros sacramentalmente presente en su sustancia, por aquel modo de existencia, que si bien apenas podemos expresarla con palabras, por el pensamiento, ilustrado por la fe, podemos alcanzar ser posible a Dios y debemos constantísimamente creerlo.En efecto, así todos nuestros antepasados, cuantos fueron en la verdadera Iglesia de Cristo que disertaron acerca de este santísimo sacramento, muy abiertamente profesaron que nuestro Redentor instituyó este tan admirable sacramento en la última Cena, cuando, después de la bendición del pan y del vino, con expresas y claras palabras atestiguó que daba a sus Apóstoles su propio cuerpo y su propia sangre».[109]​ El Papa Pío XII en la encíclica Mediator Dei reafirmó la presencia real y el culto eucarístico[110]​ y en la encíclica Humani Generis condenó las posturas teológicas que hablaban de presencia simbólica.En este admirable Sacramento se manifiesta el amor "más grande", aquel que impulsa a "dar la vida por los propios amigos" (cf.¡Qué emoción debió embargar el corazón de los Apóstoles ante los gestos y palabras del Señor durante aquella Cena![117]​ Del latín communĭo, el término comunión hace referencia a participar en lo común.[118]​ Según comenta Joan M. Canals, «la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II ha restaurado la participación activa de los fieles en la celebración», «la oración ante la presencia santa es plegaria de comunión con Cristo y con los hermanos expresada en solidaridad y caridad».[137]​ Los orientales han usado y usan pan fermentado, lo cual es aceptado como válido por la Sede Romana.[138]​ Para los fieles que padecen la enfermedad celíaca, la Iglesia ha normado la elaboración de hostias «con la mínima cantidad de gluten necesaria para obtener la panificación sin añadir sustancias extrañas ni recurrir a procedimientos que desnaturalicen el pan».[139]​ Asimismo se ha dispuesto que «el fiel celíaco que no pueda recibir la comunión bajo la especie del Pan, incluido el pan con una mínima cantidad de gluten, puede comulgar bajo la sola especie del Vino».[141]​ El vino para la celebración eucarística debe ser «del producto de la vid» (cfr.[145]​ En oriente se presta más atención a la epíclesis como mecanismo de consagración.[147]​ Según la Instrucción general del Misal Romano,[148]​ varios ministros pueden celebrar conjuntamente la Eucaristía.A este acto se le llama concelebración, y según este documento, en ella «se manifiesta provechosamente la unidad del sacerdocio y del sacrificio, como también de todo el pueblo de Dios».La misma está mandada: También –siempre según el mismo documento- es recomendada para: Si bien solo el sacerdote válidamente ordenado puede realizar la consagración, la Iglesia enseña que la Eucaristía es «fuente y cima de toda la vida cristiana»,[149]​ «compendio y suma de nuestra fe»,[150]​ el canon 230 del derecho canónico en su párrafo tercero ha establecido que donde lo aconseje la necesidad de la Iglesia y no haya ministros, pueden los laicos suplirles en algunas de sus funciones, es decir, ejercitar el ministerio de la palabra, presidir las oraciones litúrgicas, administrar el bautismo y dar la sagrada Comunión según la prescripción del derecho.
Elevación de la Eucaristía, después de la consagración en el rito romano tradicional .
Preparación de las especies y objetos litúrgicos para la Divina Liturgia según el Rito eslavo-bizantino .
Gérard de Lairesse - La institución de la Eucaristía
Santo Tomás de Aquino
Martín Lutero
Concilio de Trento.
Padres conciliares en el Concilio Vaticano II.
Sacerdote católico eleva la hostia y el cáliz consagrados.
Martirio de San Ignacio de Antioquía.
La Misa de Bolsena, de Rafael
La Última Cena fresco en Milán (1498), de Leonardo da Vinci .
Preparativos para la celebración de la eucaristía. En un primer plano se pueden apreciar vinajeras que contienen vino y agua.
"Breve resumen de la disposicion, reverencia, y pureza con que deven llegar los Fieles à recibir el Santissimo Sacramento del Altar" (Juan Bautista Sicardo, 1673)