Memorial (religión)

Y añade: «Y porque hacemos mención de todos los sacrificios de su pasión, pues la pasión es el sacrificio del Señor que ofrecemos, no debemos hacer otra cosa que lo que Él hizo» (cf.

Así a modo de resumen se puede afirmar que los padres confesaban la unicidad del sacrificio de Cristo, recurrían a la categoría del memorial para explicar el modo en que este se hacía presente en la Eucaristía y usaban expresiones como «en misterio», «en sacramento» o «en icono» para mostrar la forma de esa presencia.

Así Pascasio Radberto: Dado que antes y después del Concilio de Trento la teología sobre el sacrificio eucarístico partía de la noción de sacrificio, hay que llegar casi hasta Odo Casel para encontrar una reflexión sobre el memorial.

Tal interpretación hizo surgir diversas dificultades a la hora de entender tal trascendencia supratemporal del sacrificio e incluso algunos creyeron que se estaba negando la verdadera naturaleza humana de Cristo.

Ya la Constitución Sacrosanctum Concilium del Concilio Vaticano II había afirmado que la celebración eucarística perpetúa y hace presente el sacrificio de Cristo (cf.

números 6 y 47), tema retomado en la encíclica Mysterium fidei de Pablo VI.