Misa tridentina

En el motu proprio Summorum Pontificum de 2007, Benedicto XVI la llamó «forma extraordinaria»[6]​ del rito romano, pero su sucesor inmediato, el papa Francisco, declaró en el motu proprio Traditionis custodes de 2021 que actualmente hay una sola expresión del rito romano: a saber, los libros litúrgicos promulgados por Pablo VI y Juan Pablo II en conformidad con los decretos del Concilio Vaticano II.[9]​ El papa Dámaso I en la segunda mitad del siglo IV favoreció la transición gradual del griego al latín, no solo traduciendo, sino también componiendo nuevos textos que formarían colecciones de oraciones llamadas eucologías.[12]​[13]​ La Misa celebrada por un presbítero podía ser cantada, con la presencia de un diácono y un lector, a lo que después del siglo XI se añadió el subdiácono: a partir de este momento la misa cantada también se llamó Missa solemnis.[14]​ Junto a la misa cantada, también se celebraba la misa rezada o privata, en la que el celebrante recita todas las partes pertenecientes al diácono, al subdiácono y a la Schola cantorum: aunque esta práctica ya estaba presente en los primeros siglos, se convirtió en común en el siglo VII.[23]​ Desde entonces y, particularmente después del Concilio Vaticano II, apenas se han conservado los ritos pretridentinos y, algunos de ellos como el rito mozárabe, han sido profundamente modificados para asemejarlos a la misa de Pablo VI.[31]​ No hubo ninguna nueva edición típica hasta la de León XIII en 1884 que introdujo solo muy pequeños cambios.Pío XII no publicó una nueva edición típica, sino que permitió sustituir los textos anteriores del Domingo de Ramos y de la Semana Santa con los nuevos que él comenzó a introducir en 1951 y que hizo obligatorios en 1955 (ver: Reformas litúrgicas de Pío XII)[32]​ La edición típica del Misal de Juan XXIII (1962) incluyó en el canon romano una mención a San José, "et beati Ioseph, eiusdem Virginis sponsi" ausente en ediciones anteriores.Este rito, si se utiliza, precede a las Oraciones al Pie del Altar.Hasta 1960, la forma tradicional del misal romano establecía que se debía colocar una vela en el lado de la Epístola del altar y que debía encenderse al mostrar el sacramento consagrado al pueblo.En la práctica, excepto en los monasterios y en ocasiones especiales, esto había caído en desuso mucho antes de que el papa Juan XXIII reemplazara la sección sobre las rúbricas generales del Misal Romano por su Código de Rúbricas, que ya no mencionaba esta costumbre.En 1951 se inició una reforma del misal tridentino para los ritos de la Semana Santa que entró en vigor en toda la Iglesia en 1955.En ella se mandaba llevar a cabo una revisión del misal que simplificara los ritos:50.[42]​También mandó que se introdujera la posibilidad de recibir la comunión bajo las dos especies y la concelebración en algunas misas.Otros cambios incluyeron la omisión del Salmo 43 (42) al comienzo de la Misa y la lectura del Initium al final, los cuales el papa san Pío V había insertado por primera vez en el Misal (habiendo sido anteriormente oraciones privadas dichas por el sacerdote en la sacristía), y las Oraciones Leoninas del papa León XIII.En 1969 los cardenales Alfredo Ottaviani, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y Antonio Bacci mandaron una carta al papa Pablo VI titulada Breve Examen Crítico del Novus Ordo Missæ, lo que se conoció como la Intervención Ottaviani.[45]​ El papa se vio obligado entonces a modificar el proyecto del nuevo rito y la versión final corregida de la misa nueva tuvo en cuenta algunas de las críticas del grupo encabezado por Ottaviani.Sin embargo, estas posiciones están condenadas por el Magisterio de la Iglesia Católica (Gregorio XVI en Mirari vos (1832) y Pío VI en Auctorem fidei (1794)).En 2021 se estimó que alrededor de 150 000 católicos asisten regularmente a misa tridentina en los Estados Unidos.[55]​[56]​[57]​ Tras la publicación del nuevo misal en 1969-1970, la Santa Sede concedió algunos permisos para el uso de la liturgia antigua.Por ejemplo, los sacerdotes de más edad no estuvieron obligados a celebrar el rito nuevo.En 1984 la Santa Sede publicó una carta a los presidentes de las Conferencias Episcopales del mundo titulada Quattor Abhunc annos.[59]​ En 1988, tras las consagraciones de Écône y sus consecuentes excomuniones, el papa publicó el motu proprio Ecclesia Dei, que señalaba que se debía "respetar en todas partes la sensibilidad de todos aquellos que se sienten unidos a la tradición litúrgica latina" y pedía a los obispos una amplia y generosa aplicación de lo previsto en Quattor Abhunc annos.[63]​ Se estableció la Pontificia Comisión Ecclesia Dei para supervisar las relaciones entre Roma y los católicos tradicionalistas.[63]​ Como cardenal, Joseph Ratzinger criticó la manera en la que se había desviado del mandato conciliar la celebración de la misa nueva.[68]​ Algunos miembros del clero francés escribieron una carta abierta de protesta al Papa.[71]​[70]​ Benedicto XVI levantó las excomuniones a los obispos de la FSSPX, aunque siguieron sin estar en plena comunión con Roma.
Elevación del cáliz en una misa tridentina.
Altar dispuesto para oficiar la misa tridentina, como indican las sacras . Celebrar ad orientem no es obligatorio para la misa tridentina [ 1 ] ​ ni excluida para la versión 1970 [ 2 ] ​ de la misa.
Oraciones al pie del altar
Confiteor
Elevación
Ecce Agnus Dei, ecce qui tollit peccatum mundi es una cita de San Juan Bautista extraída de Juan 1,29 [ 36 ]
Comunión de los fieles