Dentro de ellos se desprenden los bienes inmuebles por destino, que son aquellos elementos que están estrechamente vinculados al edificio histórico en el que se encuentra, como pintura mural realizada directamente sobre los muros, techos o bóvedas; pintura sobre lienzo o tabla adosadas a las paredes, también incluye retablos, relieves, pisos, techos, vitrales, puertas y ventanas, fuentes, cruces atriles y esculturas adosadas a la arquitectura.[11] Plinio el Viejo ya menciona en su Historia Natural técnicas para desprender murales, práctica común entre los romanos que de esta forma expoliaron edificios griegos.Durante la edad media y el renacimiento las labores de restauración eran realizadas por artesanos, pero con el advenimiento del concepto de artista se comenzó a delegar estas actividades a artesanos marginados.Los campos de la ciencia y el arte se volvieron cada vez más interdependientes gracias a científicos como Michael Faraday quien comenzó a estudiar los efectos nocivos del medio ambiente en las obras de arte.Luis Pasteur también llevó a cabo análisis científicos sobre la pintura durante este periodo.Durante el mismo período, un movimiento con objetivos similares, también se había desarrollado en Francia bajo la dirección de Eugène Viollet-le-Duc un arquitecto y teórico francés al que se le puede considerar el primer restaurador.Con la asunción de la Italia fascista se comienza una labor de restauración y reconstrucción del pasado romano y renacentista del país que crea las condiciones para que más tarde se cree el Istituto Centrale per il Restauro.En esta institución surgirá el más conocido teórico de la restauración, Cesare Brandi.[16] La conservación es una disciplina profesional con carácter interdisciplinario, desarrolla continuamente criterios, metodologías, acciones y medidas que tienen como objetivo la salvaguarda del patrimonio cultural tangible, asegurando su accesibilidad,[17] prolongando y manteniendo el mayor tiempo posible sin deterioro los materiales que constituyen a la obra, los valores que se les atribuyen y convierten al objeto en patrimonio cultural.[18] La conservación es un acto crítico, une términos prácticos, técnicos y teóricos en las actividades que le competen; los conservadores interpretan los valores reconocidos en el bien cultural, y crean una estrategia de trabajo delimitada por ejes éticos de la propia profesión, así como de cartas, acuerdos, documentos, convenciones, así como legislaciones locales e internacionales.[24] Para reforzar lo anterior, se menciona la reflexión de Carlos Chanflón Olmos hace sobre la finalidad de la Restauración “proteger las fuentes objetivas del conocimiento histórico”,[25] dicha situación conlleva una acción responsable por proteger los bienes culturales.Por otra parte, John Ruskin, mostraba una postura totalmente opuesta, diciendo: “dejar que los edificios mueran dignamente”.A continuación se mencionarán algunas de estas cartas: Preparación es el término que se emplea para englobar aquellas actividades que se encargan del tratamiento del patrimonio geológico, biológico y paleontológico, es decir, los bienes o muestras asociadas al ámbito de la naturalia que suelen forman parte de colecciones museológicas y científicas, con excepciones.Principalmente, este grupo incluye rocas, minerales, sedimentos o fósiles, así como restos antropológicos, zoológicos, botánicos o micológicos, y su importancia cultural está íntimamente ligada a los valores que se les atribuyan (por ejemplo: rareza, origen, utilidad, etcétera).[27] La restauración se inicia con la apertura de un expediente o informe que acompaña a la obra durante todo el proceso, y con la inscripción en un libro de registro con su historial, procedencia y datos necesarios para su identificación.El expediente puede realizarse abreviado, en forma de ficha estandarizada, donde se anote tanto las características del documento como su estado de conservación y los procedimientos y productos empleados en el tratamiento.Resulta necesario consolidar el soporte de madera, piedra, etc., cuando ha perdido su consistencia, e incluso reponer piezas, aunque esto último solo debe justificarse por necesidades estructurales, empleando materiales de comportamiento semejante frente a los factores ambientales y resistencia mecánica ligeramente inferior a los originales.El refuerzo de la adhesión del aparejo y la película pictórica debe hacerse siempre que estos lo requieren, por encontrarse desprendidos del soporte, o cuando se detecte una falta de adherencia entre sí.Otro problema se produce cuando el pigmento original proviene de un material que no estaba disponible.En ningún caso la limpieza será profunda, pues siempre ha de conservarse el aspecto superficial, o «pátina» ocasionada con el paso del tiempo, así como respetar los restos eventuales de barnices antiguos, siempre y cuando no se encuentren tan alterados que modifiquen el tono original y dificulten la contemplación de la policromía.[27] Primeramente, se debe determinar la metodología de trabajo buscando apegarse mayormente al original.Según las circunstancias, se podrá elegir entre diversas soluciones: punteado, rayado, tintas planas, etc.Deberá aplicarse solamente cuando se considere necesario para que proteja la obra durante su exposición, evitando la alteración del acabado primitivo y respetando en cualquier caso el acabado propio de cada estilo artístico.La restauración es la actividad llevada a cabo para rendir identificable un objeto deteriorado o con desperfectos, sacrificando el mínimo de su integridad estética e histórica.Para mejorar las condiciones laborales de los restauradores conservadores de bienes culturales, al igual que en otros países, también en España se han creado numerosas asociaciones vinculadas a esta actividad profesional.