No obstante, tuvo éxito en la publicación del primer oficio religioso autorizado en lengua vernácula, Exhortación y letanía.md centesimo primo, cui[us] a[n]i[ma]e p[ro]p[i]cietur deus amen («Aquí yace Thomas Cranmer, muerto el 27 de mayo del año de nuestro señor 1601, a cuya alma puede Dios mirar con piedad.[19] Cuando Joan murió en su primer parto, la administración del Jesus College expresó su consideración hacia Cranmer al restablecerle la beca.Comenzó a estudiar teología y fue ordenado hacia el año 1520, aunque la universidad ya le había nombrado como uno de sus predicadores.Tradicionalmente, ha sido retratado como un humanista cuyo entusiasmo por los estudios bíblicos le prepararon para la adopción de las ideas luteranas, que se propagaron durante los años 1520.[22][23] El cardenal Wolsey, lord canciller del rey, seleccionó a varios académicos de Cambridge (entre ellos Edward Lee, Stephen Gardiner y Richard Sampson) para enviarlos como diplomáticos al continente europeo; Cranmer fue elegido para un puesto menor en la embajada inglesa en España.Entabló amistad con Cranmer y, después de regresar a Basilea, escribió sobre él al reformador alemán Martín Bucero en Estrasburgo.Las bulas fueron adquiridas fácilmente debido a que el nuncio papal tenía la orden de complacer al gobierno inglés, en un esfuerzo para evitar una ruptura diplomática.[64] Para el 11 de julio, Cranmer, Cromwell y la Convocatoria (la asamblea general del clero) habían suscrito los «diez artículos».[69][70] Incluso después de la impresión, la situación del libro permanecía incierta porque el rey no le había dado su pleno apoyo.Sin embargo, como había hecho con Ana Bolena, Cranmer escribió una carta al rey defendiendo el trabajo realizado por Cromwell.En octubre, mientras el rey y la reina estaban lejos, un reformista llamado John Lascelles reveló a Cranmer que Catalina Howard había tenido relaciones extramaritales.Cranmer lamentó la muerte de Enrique VIII y años después comentó que demostraba su pesar dejándose crecer la barba.Los reformistas continentales se dejaban crecer la barba para expresar su rechazo de la antigua Iglesia y este simbolismo era muy conocido en Inglaterra.Vermigli también trajo consigo la epístola Ad Caesarium Monachum, supuestamente escrita por san Juan Crisóstomo (ahora considerada una falsificación), que proporcionó las bases patrísticas contra la presencia real.La lista de participantes solo puede ser reconstruida parcialmente, pero MacCulloch supone que estaban equilibrados entre conservadores y reformistas.[104][105] El historiador David Selwyn indicó que es difícil determinar cuánto del Libro de Oración Común fue escrito por Cranmer.[j] Este fue el inicio del distanciamiento entre Cranmer y Dudley, que se agravó durante ese año con la apropiación gradual de los bienes eclesiásticos por la regencia.Cranmer y Vermigli consideraron que, si redactaban un buen código de Derecho eclesiástico reformado, tendrían repercusión internacional.A finales de 1550, Vermigli y Bucero buscaron la manera en que la liturgia pudiese mejorar e influir significativamente en la revisión.El nuevo libro eliminó la posibilidad de oraciones por los muertos, ya que implicaban apoyar la doctrina del purgatorio.Impresionado por su predicación, Dudley lo seleccionó para ser su capellán real y lo llevó al sur para participar en los proyectos de reforma.Respondió con una larga carta argumentando de que el Parlamento contaba con la aprobación real para hacer cualquier cambio en la liturgia.Cranmer no dedicó mucho esfuerzo al desarrollo de los artículos, posiblemente porque estaba trabajando en la revisión del Derecho canónico.En mayo de 1553, el consejo envió varias cartas a los reformistas continentales asegurando que la salud del rey estaba mejorando.Probablemente Cranmer decidió apoyar a Juana antes del 19 de junio, cuando se enviaron órdenes reales para la Convocatoria que reconocería la nueva sucesión.[144] A Cranmer le dieron la oportunidad de una retractación final, pero esta vez en público durante un servicio religioso en University Church of St Mary the Virgin.No se sabe exactamente cuándo regresaron a Inglaterra, pero fue poco después del ascenso de Eduardo VI en 1547 que Cranmer reconoció públicamente su existencia.[151][152] Cuando Isabel llegó al poder, se restauró la independencia de la autoridad papal con el nuevo reglamento religioso.[156] Algunos biógrafos católicos representan a Cranmer como «oportunista sin principios», «nicodemista»[157] y «herramienta de la tiranía real».
La familia de
Ana Bolena
aseguró el nombramiento de Cranmer como arzobispo de Canterbury.
Thomas Cromwell
fue el vicerregente para asuntos espirituales del rey.
Felipe Melanchthon
fue el reformista continental que más admiraba Enrique VIII.
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En 1552, Cranmer lo invitó a participar en un concilio ecuménico en Inglaterra.
Pedro Mártir Vermigli
, uno de los principales colaboradores de Cranmer en la Reforma anglicana.
Vitral con las imágenes de Cranmer, Latimer y Ridley, los mártires de Oxford.
Ejecución de Cranmer, en
El libro de los mártires
. Aquí se aprecia el momento en que intenta quemar su mano derecha primero.
Retrato pintado por un artista desconocido después de la muerte de Enrique VIII.
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Se decía que su barba significaba su luto por el rey y su rechazo a Iglesia católica.