Reginald Pole

Fue perseguido por toda Europa desde su salida de Inglaterra, y tras su tortuosa llegada a Roma fue nombrado cardenal por el papa Pablo III en 1536.

Su brazo derecho fue Fray Bartolomé Carranza, enviado a Inglaterra por Felipe II.

[3]​ También fue autor del desafortunado saludo a María Tudor (Ave Maria, benedictus fructus ventris tui) durante su famoso embarazo imaginario de Felipe II, que para algunos rozó la blasfemia.

La primera vez que se le presenta al lector, el cardenal Pole es un hombre amable, casi un santo, muy liberal y tolerante para los estándares de la época, por lo que el protagonista entra a su servicio con total compromiso.

Macleod también sugiere que Pole se dejó llevar inconscientemente por el afán de venganza contra los ingleses, por haber cedido cuando su madre fue condenada a muerte en tiempos de Enrique VIII.

La última vez que aparece en el libro, Pole es presentado como un hombre imbuido en la tragedia, roto, cuyos sueños e ideales se han convertido en cenizas.

En la novela Q de Luther Blissett, aunque no aparece el mismo Pole, se le menciona muchas veces a lo largo del libro durante las revueltas causadas por la Reforma y la respuesta de la Iglesia Romana en el siglo XVI.

El Cardenal Pole es un importante personaje en la novela de Peter Walker, The Courier's Tale (La historia del mensajero, 2010).