Andreas Osiander

Debido a la polémica concepción del universo que la obra del astrónomo polaco planteaba, fundamentalmente heliocéntrica y renunciando a los principios aristotélicos de homocentrismo celeste y geoestaticismo, Andreas Osiander, curtido en la edición de literatura matemática, se carteó con Copérnico refiriéndose a una carta que dicho autor escribió al entonces papa Pablo III y le comentó sus temores en referencia a la recepción de la obra por parte de sectores cristianos y peripatéticos.

Dirá que la labor del astrónomo es proceder con un conjunto de datos y plantear una hipótesis sobre las causas de éstos, aun cuando éstas no sean racionales, (identificando lo racional con lo aceptado por la iglesia católica).

El principal objetivo del prólogo, hecho sin el consentimiento de Copérnico, y además sin siquiera saber este que se iba a incluir en su obra, tenía por finalidad suavizar las controversias religiosas que el cambio del sistema geocéntrico podía causar.

Esto conllevará que el copernicanismo pierda dimensión revolucionaria a corto plazo, volviéndose inocuo e inocente, sin ser peligroso para el paradigma científico establecido y reduciéndose las pretensiones realistas de Copérnico, a pesar de que sí que permitirá una mayor difusión y divulgación.

No obstante, el heliocentrismo copernicano ganará adeptos en la segunda mitad del siglo XVI que rechazarán esta misiva, como son Thomas Digges o Giordano Bruno (quien llegó a tildar a Osiander de "ignorante asno presuntuoso").

Andreas Osiander, en un retrato pintado por Georg Pencz .