El primer intento fueron los Diez Artículos en 1536, que mostraban algunas inclinaciones ligeramente protestantes, resultado del deseo inglés de una alianza política con los príncipes luteranos alemanes.
Fue en este documento donde el pensamiento calvinista alcanzó su máximo apogeo de influencia en la Iglesia Inglesa.
Antes de la muerte del rey Enrique en 1547, se promulgaron varias declaraciones sentando posiciones.
Luego, durante el reinado de Eduardo VI en 1552, los Cuarenta y dos Artículos fueron escritos bajo la dirección del arzobispo Thomas Cranmer.
[5] Los artículos, concluidos en 1571, tendrían un efecto duradero en la religión en el Reino Unido y en otras partes al ser incorporados en y ser propagados mediante el Libro de Oración Común (Book of Common Prayer).
[8] Los obispos también se negaron a eliminar lo que los alemanes consideraban abusos (por ejemplo, misas privadas por los difuntos, celibato clerical obligatorio y negación del vino de la comunión al laicado) permitidos por la Iglesia Inglesa.
La comunión en una sola especie, el celibato clerical obligatorio, los votos de castidad y las misas votivas fueron considerados una forma legítima.
[15]Los protestantes lograron una pequeña victoria en la confesión auricular, que fue declarada "expediente y necesaria de ser retenida" pero no requerida por la ley divina.
Además, aunque la presencia real fue afirmada en terminología tradicional, la palabra transubstanciación en sí misma no apareció en la versión final.