Gracias a sus conquistas que, a lo largo de cuarenta años, sobrepasaron el doble del territorio legado por su padre, fue conocido como el Conquistador; también se le llamó el Fundador y el Grande.[4] Aunque no se sabe con certeza dónde nació, la creencia popular lo hace oriundo de Guimarães, ciudad donde con toda probabilidad fuera criado y viviera hasta 1131, año en que se trasladó a Coímbra.En diciembre de ese año, «varios castillos al norte del Duero tomaron voz por el joven infante».[17] Según el historiador José Mattoso: Alfonso apoyó generosamente la fundación del Monasterio de Santa Cruz en Coímbra que eligió como panteón familiar.La iniciativa para la fundación de este nuevo cenobio fue del arcediano Telo Odoáriz.Desde 1166 hasta 1168, Alfonso I se había apoderado de varias plazas pertenecientes a la Corona leonesa.Fernando II de León repobló por aquellos días a Ciudad Rodrigo, y Alfonso, sospechando que su yerno la fortificaba con el propósito de molestarle, envió contra aquella plaza un ejército mandado por su hijo, el infante heredero Sancho.Esto no obstante, Alfonso, atacó la plaza y quiso hacerla suya.La paz de 1180 entre Fernando II y Alfonso VIII evitó una nueva guerra.
Sepulcro del rey Alfonso I de Portugal en el Monasterio de Santa Cruz (Coímbra)