Villafranca del Cid

Por el contrario la parte más baja se encuentra en el río Monleón a 710 m sobre el nivel del mar.

Los puntos más elevados están formados básicamente por rocas calcáreas que la erosión ha biselado a veces profundamente.

La disolución de la caliza ha conseguido caprichosos moldeados en "Les Coves del Forcall".

Así lo afirman el poblado de la Edad del Bronce de la Ereta del Castellar, los numerosos yacimientos ibéricos que jalonan el término, alguna que otra pintura rupestre[4]​ e históricamente los restos romanos hallados en su término (antiguas calzadas secundarias, monedas imperiales, etc.).

Aunque siempre hubo un importante núcleo tradicionalista y fuera hijo del pueblo un guerrillero tan famoso como "El Serrador", Villafranca tomó parte por los liberales de Isabel II; pero Cabrera la tomó por sorpresa en 1834.

Después fue otra vez fuerte liberal hasta que se abandonó por hallarse aislado entre los dominios carlistas.

Se ha considerado esta batalla como el principio del fin de la guerra en el centro y Valencia.

La industria fundamental en la economía del municipio es la textil con tres empresas que se dedican a ello.

Los platos típicos que cabe destacar son: caldos, pucheros, el ternasco, conejo con caracoles, perdices, codornices, productos porcinos, embutidos y jamones.

Campanario de la iglesia parroquial de Villafranca del Cid
Puente gótico de la Pobla de Bellestar
Masía Fortificada Torre Fonso. Mas Torre Alfonso.
Plaza de Toros de Vilafranca, fue construida en 1933.
Ermita de la Virgen del Llosar de Vilafranca.