Al morir, la masía es legada en proindiviso a diversos herederos de confianza.
[1] Las características almenas que remataban las torres defensivas de estas masías no se han conservado en este caso, debido al efecto destructivo de un rayo.
[1] El resto de la construcción que compone la masía rodea a la torre.
En a la fachada principal se abre la puerta de acceso (que está desplazada a la izquierda y sobre ella se sitúa una pequeña ventana), así como tres pequeñas ventanas en la planta superior.
Existen alrededor de ella corrales destinados a la explotación ganadera e incluso uno de ellos se adosa a la fachada principal.