[28][29] El Imperio entró en una Edad de Oro, las batallas que libraba se contaban por victorias.
[33][34] La repentina muerte de Aliya Rama Raya el año 1565 en la batalla de Talikota contra la alianza formada por los sultanatos del Decán en lo que se anunciaba como una clara victoria para Vijayanagara, sumió a las filas imperiales en el caos.
Tirumala Raya, el único comandante que sobrevivió, abandonó Vijayanagara y marchó hacia Penukonda con 550 elefantes cargados de riquezas.
Tras una cruenta guerra civil de tres años, se proclamó rey a Ramadeva, hasta su fallecimiento en 1632.
Su sucesor, Venkata III, trasladó la capital a Vellore después de ser sorprendido por una rebelión liderada por su sobrino en 1638.
Todos los ministros y altos cargos, para optar al puesto, debían demostrar experiencia en tácticas militares.
La administración de palacio estaba dividida en 72 departamentos (niyogas) en los que se empleaba a una gran cantidad de mujeres elegidas por su juventud y belleza (algunas extranjeras o capturadas como botín de guerra), a las que previamente se había instruido en tareas administrativas sencillas y en el servicio a la nobleza, ya fuese como cortesanas o como concubinas.
[43] El Imperio estaba dividido en cinco grandes provincias (rajya o ‘reinos’), cada una bajo control de un comandante supremo (danda-nayaka o danda-natha) y administradas por un gobernador, habitualmente perteneciente a la familia real, que utilizaba los idiomas locales para agilizar la administración.
[46] Las levas eran sufridas por igual por todas las clases sociales, pero los terratenientes además estaban obligados a pagar tributos adicionales.
Estas albercas tenían esclusas que se abrían y cerraban para distribuir el flujo del agua.
[58] Una vez que un mercante atracaba en un puerto, las mercancías eran custodiadas por las autoridades, y a todos los productos vendidos se les cobraba aranceles.
Mercaderes de diferentes lugares del mundo (árabes, persas, guyaratíes, jorasmios) se asentaron en Calicut, buscando aprovechar las oportunidades que les ofrecía este mercado.
Los intocables también formaban parte del sistema de castas, y estaban representados por varios líderes (kaivadadavaru).
Por otro lado, el sistema sí sirvió para que se tuviese en gran estima a los brahmanes.
Salvo excepciones que eligieron la carrera militar, los brahmanes se dedicaron a la espiritualidad y la literatura.
[62] Y aún más, la fama alcanzada por intelectuales de castas inferiores (como los poetas Molla, Kanaka dasa o Vemana, en télugu; o Sarvajna, en kannada) muestra el grado de cohesión y fluidez social que obtuvo el Imperio.
También aparecen juegos, unos aún hoy se practican, y otros todavía deben ser identificados.
Durante los períodos de mayor estabilidad se llevaron a cabo grandes inversiones en infraestructuras, proyectos arquitectónicos a largo plazo[69] y se fomentó el patrocinio y mecenazgo de músicos, escritores, poetas, escultores, pintores, religiosos e incluso deportistas.
La arquitectura del Imperio es una armoniosa combinación de los estilos Chalukya, Pandya, Hoysala y Chola, los predominantes en la región durante los siglos anteriores.
Purandaradasa y Kanakadasa son considerados los primeros de entre muchos dasas (devotos) por su extensa e importante contribución.
Su Prabhulinga Lile, que más tarde sería traducido a télugu y támil, es un elogio al místico del siglo XII Allama Prabhu, de quien él consideraba que se trataba de la reencarnación del dios Ganapati.
[93] Así mismo, se reunieron bajo su corte los ocho astadiggajas, los escritores más importantes que ha dado esta lengua.
[100] Sintetizó y fusionó los esquemas musicales básicos, creando nuevas formas de hacer música.
[101] Todos los grandes compositores de música carnática desde entonces han trabajado siguiendo las reglas que Purandaradasa estableció.
Los mismos fundadores Harihara I y Bukka Raya I eran shivaítas confesos, pero promovieron el vaisnavismo en lugares como Shringeri a través de su patriarca, Vidyaranya, e hicieron del varaha (el jabalí, símbolo de Vishnú) su emblema.
[104] Además, cuando los sucesivos reyes visitaban Udupi, rendían culto a la orden dvaita (doctrina de la ‘dualidad’) fundada allí en el siglo XIII por Madhua Acharia.
La doctrina dwaita fue transmitida por discípulos tan eminentes como Naraharitirtha, Jayatirtha, Vyasatirtha, Sripadaraya, Vadirajatirtha, entre otros.
[109] Aun así, en el Imperio se mantuvieron activos dos grandes núcleos de creyentes en Shravanabelagola y Kambadahalli.
[111] Muchos inmigrantes musulmanes contrajeron matrimonio con mujeres hindúes; sus hijos recibieron el nombre de mappillas o moplahs.
Por otro lado, la influencia cristiana más antigua se ha registrado a inicios del siglo VIII.