Cuando el público al que van dirigidas las universidades populares es solamente adulto también se denominan escuelas de adultos y escuelas nocturnas, creadas específicamente para que los trabajadores pudieran asistir después de la jornada laboral.
Las universidades populares activas en los países desarrollados vienen a cubrir aquellas deficiencias o aspectos que no cubre la enseñanza oficial o sectores de la población que se encuentran fuera de la formación reglada establecida por el Estado.
La expresión "universidad popular" se atribuye al maestro, escritor, poeta, filósofo y pastor luterano danés Nikolai Frederik Severin Grundtvig (1783-1872).
En América Latina las primeras universidades populares fueron creadas en 1899, pero se desarrollaron ampliamente con el movimiento de la Reforma Universitaria iniciado en Córdoba en 1918.
[2] En Argentina la primera universidad popular fue la Sociedad Luz (aún en actividad) fundada en 1899 por el izquierdista Partido Socialista.
Se desarrollaron ampliamente hasta la década de 1960 donde alcanzaron su apogeo, obteniendo durante el gobierno del presidente radical Arturo Illia su reconocimiento oficial (Decreto 4369, vigente en la actualidad).
Para recrear las condiciones de las universidades populares, varias universidades argentinas han abierto "diplomaturas" abiertas a la población, que no exigen título primario o secundario para ser cursadas,[4][5] o cátedras libres a ser dictadas en los municipios.
En Argentina la primera universidad popular fue la Sociedad Luz (aún en actividad) fundada en 1899, por el Partido Socialista, a iniciativa del estudiante de ingeniería Mauricio Klimann.
[11] En 2010 presentó su Proyecto Pedagógico Institucional y obtuvo la autorización provisoria de funcionamiento por Decreto N° 751/2010.
La Universidad Popular J. L. Restani de Resistencia fue fundada en 1929 por Juan Ramón Lestani y aún sigue activa.
[14] La Universidad Popular de Concepción del Uruguay fue fundada en 1938 y aún sigue activa.
[7][16]En su primer año bajo el lema "Todos tenemos algo que aportar"[17] 399 personas asistieron a cursos, talleres y charlas recibiendo la correspondiente certificación.
Grundtvig nunca estableció directrices para las futuras escuelas ni una descripción detallada de cómo debían funcionar.
Para Grundtvig, sin embargo, la agricultura, los valores cristianos y la lengua danesa eran los puntos centrales.
La filosofía grundtvigiana está integrada en la enseñanza de varias asignaturas, como las artes, la gimnasia y el periodismo.
Como no se otorga ningún título o diploma, la enseñanza es más libre e informal que en los centros educativos ordinarios.
En 1866, durante el Segundo Imperio, Jean Macé fundó la Ligue de l'Enseignement dedicada a la instrucción popular.
Algunos maestros ofrecían charlas educativas gratuitas sobre temas humanistas, a fin de luchar contra la propagación del antisemitismo en Francia.
En Francia tuvieron un gran desarrollo y expansión llegándose a contabilizar 230 universidades populares.
En 1903 Vicente Blasco Ibáñez impulsó la Universidad Popular de Valencia, que perduró hasta 1928.
Si bien sus planteamientos iniciales tuvieron que hacerse más modestos, supusieron un gran paso en la lucha contra el analfabetismo.