Puede definirse como «el conjunto de actividades de colaboración entre actores universitarios y no universitarios, en formas tales que todos los actores involucrados aportan sus respectivos saberes y aprenden en un proceso interactivo orientado a la expansión de la cultura y a la utilización socialmente valiosa del conocimiento con prioridad a los sectores más postergados».
En el siglo XXI el debate ha girado sobre la integración de las funciones universitarias, y aún está vigente en el término integralidad.
Este proceso está actualmente siendo debatido, por lo que no existe una única postura.
[4] La integralidad es entendida como: En este sentido, la integralidad es concebida como un movimiento que pone a la extensión en el centro de la tríada, o sea a la interacción con la sociedad como el motor de la vida universitaria.
La extensión es un concepto en constante construcción y debate, sin embargo, ha tenido un gran impacto en los procesos universitarios en América Latina durante todo el siglo XX.