En la política, la tercera vía[1] es el nombre que se ha dado a una variedad de aproximaciones teóricas y propuestas ideológicas[2] que, en general, sugieren un sistema económico de economía mixta, y el centrismo o reformismo como ideología.
Los usos del concepto se encuentran en las propuestas de Karl Marx y sus seguidores, generalmente para negar que tal posibilidad exista.
Para Marx, el capitalismo será destruido por las mismas fuerzas que lo crean y mantienen, siendo reemplazado por el socialismo: no hay alternativa o tercera posibilidad.
Más tarde, el uso continúa en la misma línea pero aplicado a situaciones diferentes: Para Rosa Luxemburgo la dicotomía es entre socialismo o fascismo.
Para Vladimír Lenin y otros, la tercera vía es el utopismo traicionero producto de "el reformismo burgués"[7] Sin embargo, se hace evidente que, para aquella época, algo que podría ser llamado "propuesta de la tercera vía" ya existe: así por ejemplo, en el discurso citado, Lenin agrega: "La condena de la dictadura y un sentido democrático son particularmente fuertes entre esos argumentos.
Encontramos su primer uso documentado para describir un proyecto por el creador del mismo -o sus seguidores cercanos- en Alfred Müller-Armack.
UU) publicó un ejemplar dedicado al "Debate sobre la Tercera Vía[14] E. P. Thompson se dedica a buscar esa Tercera Vía como una solución a los problemas de la Guerra Fría[15] y en 1963 Ramon Trias i Fargas publica su introducción a un libro de Muller Armack bajo el título: ¿Entre el Capitalismo y el Comunismo, un Tercer Camino?
Un pensador contemporáneo, Anthony Giddens, podría ser clasificado como postmodernista Entre los movimientos político-intelectuales que ya sea han contribuido o se han inspirado de estas visiones, aparte de los ya nombrados, tenemos el Distributismo; la Sociedad Fabiana y el ordoliberalismo.
Eso se puede lograr a través del estado siendo el propietario de todos los establecimientos educacionales.
Pero también se puede lograr a través del estado subvencionando estudiantes en un sistema en el cual tales establecimientos sean privados.
Quizás la propiedad podría ser comunitaria, a través de las municipalidades u ONG.
En todo caso, hay que considerar el papel de las caridades y organismos filosófico religiosos.
Entre los economistas y políticos partidarios de la "Tercera vía" más conocidos -aparte de los mencionados- se encuentran: John Maynard Keynes, Śrī Pandit Jawāharlāl Nehru, Amartya Sen, John Kenneth Galbraith, Joseph E. Stiglitz, Conrad P. Waligorski, Tony Blair, Juan Domingo Perón, Ricardo Lagos, Óscar Arias, Bill Clinton y Juan Manuel Santos.
Esa posición está bien representada por algunos gobernantes como el que fuera primer ministro británico Tony Blair (quien se refirió a su proyecto como "The Third Way"), el antiguo canciller alemán Gerhard Schröder, el ex primer ministro neerlandés Wim Kok, etc.[21] En el contexto de América Latina, los proponentes de la tercera vía enfrentan una problemática diferente: "En nuestra región, por ende, el acento debe estar en incluir a los excluidos mejorando la vida de estos sin que ello ocurra a expensas del resto.
Visiones similares han sido expresadas por el que fuera presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso[23] y otros, tales como la sucesora de Lagos, Michelle Bachelet mientras lideraba la alianza de centro-izquierda denominada Nueva Mayoría aunque a 2024, se le asocia más hacia la izquierda socialista.
Diferentes gobiernos autodefinidos peronistas, han tenido su propia ideología pasando de liberales económicos a keynesianos, por lo que después de los gobiernos del propio Juan Domingo Peron es difícil caracterizarlos a todos ellos bajo una misma doctrina.
Se le conoce como seguidores de esa Tercera Vía mundial a los adeptos al expresidente Fernando Henrique Cardoso.
Seguidamente, en un papel socialista más clásico Michelle Bachelet, en su primer gobierno, dio un giro socialdemócrata aunque continuando con las políticas de la Tercera Vía.
[cita requerida] Sin embargo, progresivamente ha ido virando hacia un posicionamiento mucho más liberal.
Posteriormente, para las elecciones municipales del 2000, se crearon varias iniciativas tendientes a establecer una tercera vía política, como alternativa al Partido Liberal Constitucionalista que dirige Arnoldo Alemán y el Frente Sandinista de Liberación Nacional controlado por Daniel Ortega; ambos partidos se encontraban sumidos en un pacto político en el que se repartieron los principales cargos públicos en el estado, partidarizando los poderes Electoral y Judicial.
La ideología se desarrolló para hacer que el partido progresara y atraer a los votantes de todo el espectro político.
En Uruguay el pensamiento de la Tercera Vía, sin que esta hubiera sido considerada siquiera una corriente política, se remonta al reformismo social y liberalismo del Batllismo, ideario del Partido Colorado de Uruguay.
Sus líderes se han expresado en suma coincidencia con el pensamiento de centro reformista y republicano.
Dentro del Partido Colorado de Uruguay, el sector más relacionado con la Tercera Vía es el Foro Batllista, mientras que otros son liberales y centro-derechistas.
Dentro del Frente Amplio, ningún sector ha manifestado abiertamente su adhesión a la Tercera Vía.
Tanto los marxistas como los libertarios, con distintos argumentos, niegan que la posibilidad de una tercera vía exista.
Propuestas o posiciones “terceristas” pueden ser (y a menudo son) fácilmente caricaturizadas como el triunfo de la pusilamidad e indecisión.
Esas aspiraciones –de justicia social, eficiencia, crecimiento y desarrollo, libertad, democracia–, exprésense como se expresen, representan las ideas y aspiraciones que han llegado a constituir el objeto de la práctica política contemporánea.
Es precisamente esa flexibilidad, especialmente en relación con programas generales, lo que se critica desde el tercer punto de vista.
A lo más, ven la Tercera Vía como una evolución de los antiguos socialdemócratas hacia posturas mucho más neoliberales y con escasos tintes socialistas, con el objetivo de devolver el poder a los partidos socialdemócratas que han perdido las elecciones.