Economía social de mercado

La economía social de mercado (ESM), también conocido como capitalismo social o capitalismo del Rin es un modelo socioeconómico que combina un sistema económico capitalista de libre mercado junto con políticas sociales y suficiente regulación para establecer tanto una competencia justa dentro del mercado como un estado de bienestar en general.

[1]​[2]​ Originariamente fue un eslogan de elecciones, pero fue iniciada por Ludwig Erhard, quien estaba presente durante los pre-trabajos teóricos, y tuvo mayor impacto en la política económica y social de la República joven.

Era necesario para Alemania volver a perfilar un modelo económico liberal para su crecimiento, pero sin caer en los errores que llevaron a Alemania a la decadencia que terminaría desembocando en la Segunda Guerra Mundial, sin embargo los planteamientos de la Escuela de Friburgo eran poco conocidos entre académicos y electores.

Los grupos empresariales y a favor de la economía liberal, temían que con el atributo social se despertaran esperanzas que estuvieran en contra del progreso económico,o de la competitividad internacional alemana.

[17]​[18]​ La crítica variada de la expresión no pudo detener su éxito,[18]​ con ella se formularon y ganaron campañas electorales, sobre todo en los años 50.

[19]​ Desde ese entonces, con la expresión economía social de mercado se da una referencia positiva.

Esta expresión política se ha podido interpretar según diferentes perspectivas.

En el año 1991, Michel Albert introdujo la expresión “Rheinischer Kapitalismus” o capitalismo del Rin.

En este sentido, para Alemania, la llamada escuela de Friburgo (Freiburger Schule) tenía una posición especial.

Todos los ‘padres fundadores’ estaban de acuerdo que la economía de mercado es social en sí, porque dirige la producción según los deseos de consumidor, reparte el producto social según la capacidad económica del individuo e incrementa la productividad, por lo que posibilita incrementar los salarios reales.

[31]​[32]​ Ya en el año 1942, Eucken exigía un cambio total del orden económico.

“Es una gran tarea darle a esta economía industrializada un orden que funcione y que sea digno de las personas(…) funcionamiento y dignidad humana en este orden significa: se debería superar la escasez de productos lo más permanentemente posible, y al mismo tiempo debería ser posible una vida en responsabilidad propia”.

Las últimas cuatro áreas mencionadas coinciden con los principios regulatorios exclamados por Eucken.

Antes de que el Estado entre en acción, la política debería ofrecer la posibilidad al individuo para asegurarse a sí mismo su sustento.

[39]​ La eficiencia condicionada por posiciones de monopolios debería ser regulada por una oficina anti-cartel independiente.

Estos problemas pudieran ser resueltos con una competencia óptima en la demanda y la oferta.

De todos modos, los sueldos mínimos son recomendados bajo circunstancias especiales.

Pero los sindicatos tienen una función importante, porque equilibran desigualdades en las posiciones de poder entre trabajadores y empresarios.

[41]​ En la política de medio ambiente considera necesaria la intervención del Estado para limitar los efectos negativos externos.

[42]​ En la economía social de mercado desarrollada por Ludwig Erhard, los principios establecidos por Eucken fueron aplicados.

La tarea más importante en término económicos fue impedir concentraciones económicas de poder en forma de monopolios, carteles y otros dominios del mercado así como un poder monopólico del Estado.

[47]​ Según Ingo Pies, siguiendo las instrucciones de Müller-Armack, se puede decir con mucha claridad y en detalle lo que la política no debería hacer.

[48]​ Heiko Körner opina que Müller-Armack “no haya hecho exclamaciones concretas sobre principios y elementos de una ‘política social conforme con el mercado’”.

Según Körner “cada persona interpretando este ‘modelo ejemplar abierto para interpretaciones’ pudiera dar importancia según sus intereses y preferencias políticas “en un área conflictiva de eficiencia económica en un lado y equidad social en el otro lado”.

Si Ludwig Erhard se hubiera dado cuenta temprano y claramente “del peligro de un estado social desbordado”; se habría abstenido del eslogan político popular ‘Economía Social de Mercado’ y seguramente habría “creado más claridad” para su política de orden.

Ludwig Erhard, quien era independiente a los partidos políticos, y en ese entonces Director del Consejo Económico de dos zonas (Alemania estaba dividida en 4 zonas después de la Segunda Guerra Mundial), inauguró este modelo.

[64]​ Pero la famosa expresión “milagro económico alemán” fue rechazada por Erhard, él no pensaba que el bienestar económico era un milagro sino “la consecuencia del esfuerzo honesto de todo un pueblo según los principios de libertad, cuando le han sido otorgadas las posibilidades de usar su iniciativa humana y su energía humana”.

Es determinada en especial por la propiedad privada, la competencia de eficacia, creación de precios libre y libre circulación del trabajo, capital, servicios y bienes (artículo 1, párrafo 3).

Alfred Müller-Armack (centro) 1961.
Ludwig Erhard 1957 con su libro Bienestar para todos .