Los orígenes del sudario y su figura son objeto de debate entre científicos, teólogos, historiadores e investigadores.[3] Dicha datación se corresponde cronológicamente con la primera aparición histórica documentada, lo que fortalece una explicación científicamente coherente en la que la creación de la pieza se habría producido en los años inmediatamente anteriores a esta primera exhibición pública de 1357.ilustración adjunta al texto-), las descripciones del Mandylion siempre se refieren a un rostro, nunca se ha descrito la tela como una sábana y los que hablan de un sudario lo diferencian del Mandylion como dos objetos diferentes.Además, se puede citar en su contra la descalificación del propio Wilson, a quien la historiadora italiana tomaba como referencia.[34] Según D’Arcis, «Un examen riguroso descubrió eventualmente cómo la imagen había sido astutamente pintada, siendo la verdad corroborada por el propio pintor, esto es, que fue producto de la mano del hombre y no fue forjada ni se formó milagrosamente».Esto permitió fotografiar y escanear el reverso de la tela, que estaba oculta a la vista.[42][43] En 2010 un benedictino bibliotecario de la abadía afirmó que en 1943 los nazis entraron en el templo pero no descubrieron la reliquia porque los frailes estaban rezando alrededor del altar, donde se guardaba.[44] Terminada la guerra, el sudario fue expuesto en octubre de 1946 en Montevergine y, finalmente, fue devuelto a Turín.[51] Se han sugerido diferentes explicaciones a la creación de la imagen, tanto naturales como sobrenaturales.La reacción implicada es similar a la que tiene lugar al calentar el azúcar para producir caramelo.[61] En 1979 Walter McCrone, un miembro del equipo STURP, concluyó que la imagen estaba compuesta por partículas de pigmentos.Surgen también dilemas sobre la disponibilidad de un cristal medieval lo bastante grande para crear la imagen y el coste desmesurado que tendría.[71] Describen esta imagen como mucho más tenue, formada principalmente por la cara y las manos.También hemos obtenido una coloración latente, invisible después de la irradiación, apareciendo solo como resultado del envejecimiento artificial o natural lino.Este producto suele encontrarse en materiales medievales, pero no en telas más antiguas, ya que disminuye con el tiempo.Según Gove, si esta cubierta fuera lo bastante gruesa, podría haber producido unas fechas más recientes que las reales.Carbon Dating the Turin Shroud[100] y en A problematic source of organic contamination of linen,[101] el mismo Gove determinaba que los estudios realizados eran parciales, inconcluyentes y no aplicables al lienzo de Turín.[110] Usando un microscopio y luz polarizada, Gilbert Raes identificó trazas de algodón en el sudario.[127] Igualmente crítico, aunque menos drástico en las conclusiones, es Vaughn Bryant, en su recensión del libro de Danin et allia.Este autor extiende su escepticismo a los trabajos de Danin y Baruch, que encuentra insuficientemente fundamentados.Este análisis está basado en la interpretación de varios patrones en el sudario como plantas particulares.[139] Gian Marco Rinaldi publicó en el boletín de CICAP una crítica detallada con abundante material gráfico.El problema de esta interpretación es que es gramaticalmente incorrecta, pues en griego «cara» debería aparecer en genitivo.André Feuillet considera el término othonia que usa Juan como un diminutivo poético o familiar.Dan Scavone señala cómo la imagen de Turín es similar a las lamentaciones y epitaphioi del siglo XII.[154] Ella creyó observar en la imagen técnicas similares al sfumato de Leonardo Da Vinci, sin llegar a atribuirle la tela personalmente.Para estos autores, la posibilidad de que el arte haya imitado una figura desconocida en la Antigüedad es prácticamente nula.La sábana muestra una imagen tridimensional proyectada sobre una superficie bidimensional plana, como las pinturas y fotografías.Una auténtica sábana mortuoria, en cambio, tendría una disposición casi cilíndrica sobre la superficie tridimensional de la cara, o aún más irregular, si cabe.Para evitar estas objeciones y otras relacionadas, Gilbert Lavoie formuló la hipótesis de que la tela estaba flotando en el aire en posición horizontal cuando se imprimió la imagen.
Imagen del
Códice Pray
, manuscrito húngaro proveniente de 1192-1195, donde supuestamente aparece representado el sudario.
Este cartel anunciaba la exhibición del sudario de 1898.
Vista microscópica de contraste fasado de una fibra de la imagen del sudario de Turín. La capa de hidratos de carbono es visible a lo largo del borde superior, pero desaparece en el borde inferior derecho. Esta capa puede arrancarse o retirarse con adhesivo
La artista estadounidense Lillian Schwartz, consultora gráfica en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York, quien se hizo conocida en la década de 1980 cuando comparó el rostro de
Mona Lisa
con un autorretrato de
Leonardo da Vinci
, sugirió luego la existencia de dimensiones similares en el rostro del hombre del Sudario y en el del mismo autorretrato del célebre
polímata
florentino.
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Esta imagen del descenso de la cruz de Giulio Clovio muestra a Jesús envuelto en una sábana similar a la de Turín.
Hay muchas similitudes entre la imagen de la sábana y las representaciones pictóricas tradicionales de Jesús. Aquí se muestra el mosaico de
Cristo Pantocrátor
de la iglesia de Daphni, en Atenas.