Tiene sus equivalentes en otros países e idiomas, por ejemplo en Suiza, los suizos alemanes dicen toscana-zosi, en el Reino Unido utilizan champagne socialists y en Estados Unidos, Tom Wolfe los llamó radical chic, en Brasil la esquerda Ballantine's (por el whiskey Ballantine's) o socialistas de IPhone («socialistas con IPhone», debido a los altos precios del smartphone en dicho país), y en Chile, el red set.
Se ha asociado a la expresión burguesía bohemia (con el acrónimo BoBo, del francés bourgeois bohème) que se puso de moda en París el verano de 2000 para referirse principalmente a los jóvenes que mezclan en sus compras artículos baratos y caros.
Hoy en día suele utilizarse para referirse a los dirigentes del Partido de los Trabajadores.
[21] También se ha utilizado el término ñuñoino para referirse a la población joven santiaguina de clase media alta y alta que defienden ideas progresistas modernas o que adhieren a políticas identitarias de izquierda.
El término contrario, es decir, personas de clase baja o clase media baja afines a las ideas de derecha política son llamados fachos pobres[22][23] o fascistas pobres,[24] para los migrantes venezolanos que huían del país existe una variante, son llamados peyorativamente venefachos.
[29] Durante los años 1980, en España se utilizó el término beautiful people para referirse a personas ligadas al Partido Socialista y favorables a una economía de mercado libre, como el entonces ministro Miguel Boyer.
[38][39] Este imaginario tuvo un gran impacto mediático y se convirtió en un tema de debate en el ámbito político.
[34] Este peyorativo representa una manifestación local del concepto de «marxismo cultural», término también empleado en el país para designar fenómenos similares.
[41] En Venezuela se emplea el término «boliburguesía» que denota a aquellas persona que por medios del Gobierno Venezolano, autoproclamado socialista, han logrado amasar grandes fortunas por medios fraudulentos o de dudosa procedencia.
Aunque realmente los llamados «boliburgueses» o «bolichicos» no tengan nada que ver con el concepto, sino más bien con el del «vivo criollo» ya conocido en Venezuela durante la llamada «Cuarta República» y la llamada cultura «adeca» del «pónganme en donde haiga» que con el cambio de régimen simple y llanamente han mutado de color.
Sin embargo, por una parte, este concepto se suele usar en la actualidad contra aquellos izquierdistas acusados de «puristas» al no apoyar al chavismo[42] o contra aquellos chavistas que no apoyan la Administración de Nicolás Maduro.