El ensayo se caracteriza por la crítica hacia el apoyo que muestran los círculos de intelectualidad con el marxismo en específico y el socialismo en general.
[1] El contenido hace referencias a la indiferencia histórica de la Intelligentsia con los crímenes cometidos por la izquierda política, realizando una analogía con la frase marxista de que la religión es el Opio del pueblo y expresando que el marxismo se ha convertido en una especie de dogma mesiánico negligente en los intelectuales.
Aron se había convertido en un crítico al socialismo y las técnicas que este movimiento utilizaba para llegar al poder y las maneras de manejar la vida de la población una vez instaurado en el Estado.
[cita requerida] La filósofa Simone Weil en su obra Sobre las contradicciones del marxismo (1937), años antes que Aron, muestra la existencia de cierto dogmatismo por parte de los comunistas y su socialismo científico en su causa.
En 1955 Raymond Aron pública el ensayo y realiza un comentario sobre el contenido de su trabajo:[5]