Raza y apariencia de Jesús

[3]​[4]​[5]​ Ha aparecido una amplia gama de representaciones durante los dos milenios posteriores a la muerte de Jesús, a menudo influenciadas por los distintos entornos culturales, las circunstancias políticas del momento y los contextos teológicos.[9]​ Sin embargo, como en otros casos de intentar asignarle una raza a individuos bíblicos, estas afirmaciones se han basado principalmente en estereotipos culturales, etnocentrismo y tendencias sociales más que en un análisis científico o con el uso de métodos históricos.[10]​: 83–121 Los historiadores han especulado sobre cómo el estilo de vida ascético e itinerante de Jesús y su trabajo como tektōn (en griego antiguo significa artesano, típicamente usado para nombrar a los carpinteros), con el trabajo manual y la constante exposición a la intemperie que ello conlleva, afectó su apariencia.Estos versículos a menudo se interpretan como la descripción física de Jesús.Sus pies parecían bronce al rojo vivo en un horno, y su voz era tan fuerte como el estruendo de una catarata.Sin embargo, esto solo implica una ascendencia judía general, cuya veracidad es reconocida por la mayoría de autores.El filósofo anticristiano del siglo II, Celso, escribió que Jesús era "feo y pequeño"[25]​ y se presentan descripciones similares en una serie de otras fuentes, según las extensas discusiones empezadas por Robert Eisler, quien a su vez a menudo cita el libro Christusbilder de Ernst von Dobschütz.La predicción de Jesús de que le harían burla "Médico, cúrate a ti mismo"[31]​ puede sugerir que Jesús estaba físicamente deformado ("torcido" o jorobado), como se afirma efectivamente en los textos cristianos primitivos enumerados anteriormente.[32]​ La perspectiva teológica más dominante, expresada primeramente por los Padres de la Iglesia Jerónimo y Agustín de Hipona, argumentó que Jesús debe haber sido idealmente hermoso en rostro y cuerpo.El hadiz se refiere al relato de Mahoma del Viaje Nocturno, cuando el ángel Gabriel (Jibra'il) lo llevó al cielo, donde vio a Jesús y a otros profetas.[44]​ En contraste, Ibn Abbás dice que Jesús era de "tez moderada inclinada a los colores rojo y blanco con cabello lacio".Sin embargo, el narrador más destacado es de Salim ibn Abdullah ibn Umar, descendiente del califa Umar, con una cadena narrativa que decía: "un hombre de tez morena y cabello lacio".En su libro The Forging of Races, Colin Kidd argumenta que la asignación de razas a individuos bíblicos ha sido una práctica mayoritariamente subjetiva que se basa en estereotipos culturales y tendencias sociales en lugar de métodos científicos.[8]​: 48–51 [57]​[58]​ Esta teoría encontró su forma más extrema en la teología nazi del cristianismo positivo.En 1906, un escritor alemán llamado Theodor Plange escribió un libro titulado Christ-an Indian?[65]​ Estos resultados fueron criticados por algunos medios de comunicación por ser "desdeñosos" y "tontos".Al trabajar con Yossi Nagar, un antropólogo israelí quien pudo probar que las características fisionómicas presentes en los huesos de los judíos que se remontan a la época de Jesús tenían marcadas similitudes con los huesos de judíos iraquíes contemporáneos, Taylor concluyó que Jesús poseía una piel color miel/oliva, ojos marrones y cabello negro.Tales visiones se reportan más comúnmente entre los católicos que entre los miembros de otras denominaciones cristianas.[6]​[7]​[84]​ Como en otras formas de arte cristiano, las primeras representaciones datan de finales del siglo II y principios del siglo III, y se encuentran principalmente en Roma.[85]​ En estas primeras representaciones, Jesús es, en términos generales, retratado como una figura juvenil que no tiene barba pero sí cabello rizado, a veces se lo muestra con rasgos que son diferentes de los rasgos de los otros hombres que aparecen en a su lado en las distintas escenas (es decir, sus discípulos o los romanos).[19]​ Las representaciones cristianas de Jesús que se elaboraron durante los siglos III y IV generalmente se centraron en escenas del Nuevo Testamento de curaciones y otros milagros.[85]​ Durante este período, Jesús comenzó a tener rasgos más maduros, y también se le mostró con barba.[85]​ En el siglo VI, la representación de Jesús con barba ya se había estandarizado para este punto, tanto en Oriente como en Occidente.[19]​ Estas representaciones que mostraban a un Jesús de cabello castaño rojizo con raya en el medio y ojos almendrados se mantuvieron constantes durante varios siglos.[6]​ La Transfiguración de Jesús fue un tema a tratar importante en Oriente y todos los monjes ortodoxos orientales que adoptaron la iconografía se les requería producir el ícono de la Transfiguración para poder comenzar su oficio .[88]​[90]​[91]​[92]​ El Renacimiento trajo consigo una serie de maestros artísticos que se centraron en las representaciones de Jesús, y posterior a Giotto, Fra Angelico, entre otros, desarrollaron sistemáticamente imágenes encargadas que se centraron en retratar a Jesús con una belleza humana idealizada.[93]​[94]​ Ha habido muchas objeciones y desacuerdos debido a las representaciones de Jesús.En 1850, John Everett Millais fue atacado por pintar a Cristo en la Casa de Sus Padres porque era "doloroso" ver al "joven mesías" representado como "un niño judío pelirrojo".[98]​ Las representaciones artísticas y cinematográficas más recientes también han hecho un esfuerzo por caracterizar a Jesús como un antiguo residente del Medio Oriente.
No existe ningún acuerdo académico sobre la apariencia física de Jesús; a lo largo de los siglos, este ha sido representado de muchas maneras .
Transfiguración de Alexandr Ivanov , 1824.
Cristo Pantocrátor en un mosaico romano de la iglesia de Santa Pudenciana , Roma, c. 400–410 d. C. durante el Imperio romano de Occidente .
Jesús con Nicodemo , de Tanner , 1899.
El icono de Cristo Pantocrátor más antiguo que se conserva hasta la fecha, siglo VI, Monasterio de Santa Catalina , Egipto . [ 82 ] [ 83 ]