Mandylion (palabra griega bizantina no aplicable a otro contexto), lienzo de Edesa o imagen de Edesa son distintos nombres que se dan a una reliquia cristiana consistente en una pieza de tela cuadrada o rectangular en que se habría impreso milagrosamente el rostro de Jesús, siendo por tanto el primer icono (imagen) del cristianismo.La leyenda cristiana dice que el apóstol Tomás envió a Tadeo (uno de los setenta discípulos mencionados en Lucas 10:1-24) a Edesa portando una tela que llevaba impresa los rasgos faciales de Jesús, por cuya virtud el rey sanó milagrosamente.Una leyenda árabe, recogida por el historiador Andrew Palmer en su visita a Urfa (Edesa), cuenta que la toalla (mendil) de Jesús fue arrojada a un pozo en lo que hoy es la Gran Mezquita de la ciudad.La tradición cristiana, en cambio, recoge que en 943 el general bizantino Juan Curcuas lo intercambió por un grupo de prisioneros musulmanes.[6] Permaneció en Constantinopla hasta que los Cruzados saquearon la ciudad en 1204, llevándose gran parte de sus tesoros a Europa Occidental.