Tuvo influencia sobre autores como Joseph Conrad, Graham Greene, G. K. Chesterton, H. G. Wells, Adolfo Bioy Casares y Jorge Luis Borges.Robert Louis Stevenson nació en Edimburgo, Escocia, en una casa ubicada en el número 8 de Howard Place.Originalmente fue bautizado como Robert Lewis Balfour, pero cuando contaba con 20 años, su padre hizo que le cambiaran el nombre Lewis por la versión francesa Louis para evitar las asociaciones con un político radical de igual nombre.[2] El escritor Graham Greene era, en la línea materna, un sobrino nieto de Robert Louis Stevenson.Cuando apenas contaba dos años, su familia llevaba ya al pequeño Louis a la iglesia.Allí escuchaba las prédicas con historias, por ejemplo, sobre Caín y Abel, el Libro de Daniel o sobre del diluvio universal.A su primera ocupación favorita de «jugar a la iglesia» (con un púlpito construido por medio de sillas y mesas, desde donde recitaba y cantaba como un pastor calvinista, le siguió la afición por inventar historias rimadas.Tampoco tuvo una carrera brillante en este campo, ya que su interés se concentraba en el estudio de la lengua.Allí escribe, y lee a autores como Balzac, François Villon, Victor Hugo o Michel Montaigne.Ella partió a California en ese año, para tramitar su divorcio, y Stevenson la siguió, un año después, aunque en contra de los consejos de su padre, que no quiso pagarle el viaje.El accidentado viaje del joven y enfermo escritor a través de los Estados Unidos desde Nueva York a California daría para una gruesa novela; una recaída en Monterrey, donde ella lo esperaba, le puso casi al borde de la muerte.En agosto de 1880, la familia se mudó a Gran Bretaña, donde Fanny intentó que su marido y su suegro resolvieran sus disputas.Finalmente, construyeron una casa llamada Vailima en la isla de Upolu (Samoa), y se establecieron en ella con Fanny, su hija Isobelle (llamada Belle) y la viuda señora Stevenson (el padre del novelista había muerto en 1887).La relación de Stevenson con los aborígenes —que lo bautizaron como Tusitala («el que cuenta historias»)— era cordial.Stevenson, por otra parte, se implicó en la política local: de hecho, el escritor tomó partido por uno de los jefes locales contra la dominación alemana del archipiélago y escribió en la prensa británica sobre la penosa situación samoana.Y también redactó una conocida carta abierta, Father Damien: an Open letter to the Reverend Mr.[11] La salud de Stevenson mejoró notablemente y escribió algunas de sus obras maestras: Catriona, Cuentos de los Mares del Sur, Bajamar (escrita en colaboración con su hijastro Lloyd Osbourne), Saint Ives: being the adventures of a French prisoner in England (1897) y sobre todo su más ambiciosa novela, que quedó inacabada: Weir of Hermiston, en la que vuelve a los temas escoceses, esta vez incorporando motivos autobiográficos.Su cuerpo fue enterrado en la misma isla, en la cima del monte Vaea, donde en 1915 le acompañaron las cenizas de su mujer, llamada en samoano "Aelele" (Nube Voladora), llevadas por su hija Belle desde Santa Bárbara (California), donde en 1914 había fallecido.También la novela La flecha negra ha sido llevada al cine[16] y la televisión en varias ocasiones.
Daguerrotipo
de Robert Louis Stevenson en su infancia temprana.
Fotografía de Robert Louis Stevenson a los siete años de edad.