Entre los autores del siglo XVIII figuran Clara Reeve, Ann Radcliffe, William Thomas Beckford y Matthew Lewis.
Entre los autores del siglo XX figuran Daphne du Maurier, Stephen King, Shirley Jackson, Anne Rice y Toni Morrison.
[4] La depresión profunda, la angustia, la soledad, el amor enfermizo, aparecen en estos textos vinculados con lo oculto y lo sobrenatural.
[8] Otras características, independientemente de su relevancia para la trama principal, pueden incluir estados similares al sueño y la muerte, entierros en vida, dobles, ecos o silencios antinaturales, el descubrimiento de lazos familiares ocultos, escritos ininteligibles, paisajes nocturnos, lugares remotos[9] y sueños.
[9] Las novelas góticas del siglo XVIII solían ambientarse en un pasado lejano y (en el caso de las novelas inglesas) en un país europeo distante, pero sin fechas concretas ni personajes históricos que caracterizaron el desarrollo posterior de la ficción histórica,[10]los elementos sobrenaturales podían aparecer directamente o solamente ser sugeridos.
Este movimiento refleja los secretos que rodean la posesión del castillo por Manfred y cómo llegó a su familia.
[16] Las narraciones góticas femeninas se centran en temas como una heroína perseguida que huye de un padre villano y busca a una madre ausente.
Ahora podría beber sangre caliente, y hacer cosas tan amargas como el día temblaría al verlo.
Los componentes que acabarían combinándose en la literatura gótica ya tenían una rica historia cuando Walpole presentó un manuscrito medieval ficticio en El castillo de Otranto en 1764.
[25] Clive Bloom teoriza que este vacío en el imaginario colectivo fue decisivo para desarrollar la posibilidad cultural del surgimiento de la tradición gótica.
Esta obsesión dio lugar con frecuencia a extravagantes muestras arquitectónicas, como la abadía de Fonthill y en ocasiones se celebraron torneos simulados.
Los investigadores relacionaron su nacimiento con la Guerra Civil inglesa, que culminó en una rebelión jacobita (1745) más reciente a la primera novela gótica (1764).
[39] En segundo lugar, Reeve también buscó contribuir a la búsqueda de la fórmula adecuada para que la ficción fuese creíble y coherente.
Ambos géneros se basan en el lado aterrador de la Edad Media y, con frecuencia, ambos presentan los mismos elementos (castillos, fantasmas, monstruos, etc.).
[57] El roman noir (novela negra) apareció en Francia, por escritores como François Guillaume Ducray-Duminil, Baculard d'Arnaud y Madame de Genlis.
En España, Gustavo Adolfo Bécquer destacó con sus poemas románticos y relatos cortos, algunos de los cuales describían sucesos sobrenaturales.
Al igual que otras novelas góticas, como El italiano de Radcliffe, está ambientada en un país católico.
Iván Serguéievich Turguéniev, uno de los realistas más célebres, escribió Fausto (1856), Fantasmas (1864), Canción del amor triunfante (1881) y Clara Milich (1883).
[95] Algunas obras del escritor canadiense Gilbert Parker también pertenecen a este género, como los relatos de The Lane that Had No Turning (1900).
En Alemania, a principios del siglo XX, muchos autores alemanes escribían obras influidas por el Schauerroman, entre ellos Hanns Heinz Ewers.
[99] Sin embargo, desde mediados de la década de 1980, la ficción gótica rusa como género comenzó a ser objeto de debate en libros como The Gothic-Fantastic in Nineteenth-Century Russian Literature (Lo gótico-fantástico en la literatura rusa del siglo XIX), European Gothic: A Spirited Exchange 1760-1960, The Russian Gothic Novel and its British Antecedents (La novela gótica rusa y sus antecedentes británicos) y Goticheskiy roman v Rossii (La novela gótica en Rusia).
Se considera que el primer autor ruso cuya obra ha sido calificada de ficción gótica es Nikolay Mikhailovich Karamzin.
[90] El Premio Nobel Iván Alekseyevich Bunin escribió Valle seco (1912), que se considera influenciada por la literatura gótica.
El protegido de Lovecraft, Robert Bloch, colaboró en Weird Tales y escribió Psycho (1959), que se inspiraba en los intereses clásicos del género.
Algunos ejemplos son Erskine Caldwell, William Faulkner, Carson McCullers, John Kennedy Toole, Manly Wade Wellman, Eudora Welty, Rhodi Hawk, Tennessee Williams, Truman Capote, Flannery O'Connor, Davis Grubb, Anne Rice, Harper Lee y Cormac McCarthy.
Robertson Davies, Alice Munro, Barbara Gowdy, Timothy Findley y Margaret Atwood han producido notables ejemplos de esta forma.
[132] La literatura de tema y estilo gótico ha ido cobrando fuerza en Latinoamérica desde las primeras décadas del siglo XXI.
[137] El álbum reconocido como iniciador del género musical gótico es Unknown Pleasures, de la banda Joy Division.
Sin embargo, el juego da un giro radical a mitad de camino, pasando del gótico al horror lovecraftiano.
La serie de televisión Penny Dreadful (2014-2016) reúne a muchos personajes góticos clásicos en un thriller psicológico ambientado en los oscuros rincones del Londres victoriano.