Pecio

Un pecio puede ser producto de un accidente marítimo, naufragio o catástrofe natural, pero también puede ser ocasionado por abandono, hundimiento intencional (por ejemplo, crear un arrecife artificial), descuidos o negligencias.

En un sentido amplio, se incluye toda la obra portuaria, los desechos industriales, desperdicios, objetos abandonados, y otros restos sumergidos o semisumergidos que aporten información relevante de la actividad humana en un entorno geográfico e histórico determinado.

Un pecio debe ser considerado, por tanto, en un contexto arqueológico subacuático.

Es frecuente encontrar su ubicación en las cartas náuticas marinas.

Estos son algunos de los pecios más conocidos:

El Titanic es, probablemente, el más famoso de todos los pecios.
Pecio del SS Thistlegorm . Los restos de un naufragio a menudo son visitados por exploradores y submarinistas y son importantes por su valor cultural, que permite estudiar distintas épocas y culturas. Así como por su valor ecológico, pues se crea un microhábitat en torno a los restos.
Pecio semihundido del Costa Concordia , posteriormente reflotado.
Pecio semisumergido del SS American Star frente a la isla de Fuerteventura , España , año 2004.
Restos del SS Maheno en Australia .
Pecio del SS Ithaka , encallado en Canadá .
Pecio del remolcador Rozi , costas de Malta. Fue hundido en 1992 para crear un arrecife artificial .
Restos del mercante Eduard Bohlen en la costa de los Esqueletos .
Los restos del USS Arizona se han convertido en un buque museo .
Imagen de sonar del pecio del Mijaíl Lermontov descansando en el fondo del mar.