También es una deidad siempre presente e independiente que tiene su propio poder creativo para mantener la vida.
[8] Los cuatro principios cosmológicos quechuas: agua, tierra, sol y luna[9] – reclaman a la Pachamama como su origen principal.
Una traducción más literal sería "Madre del Mundo" (en los idiomas aimará y quechua).
Otros nombres para ella son: Mama Pacha, Pachamama y Madre Tierra.
y en Bolivia es llamada Challa o pago, que implica un acto de reciprocidad.
Según Mario Rabey y Rodolfo Merlino (antropólogos argentinos que han estudiado la cultura andina desde los años setenta a los noventa), «el ritual más importante es el challaco».
Tawantinsuyu es el nombre del antiguo Imperio Inca, y la región se extiende a través de las montañas andinas en lo que hoy es Bolivia, Ecuador, Chile, Perú y el noroeste de Argentina.
La gente suele brindar un brindis en honor a la Pachamama antes de las reuniones y festividades.
[22] En algunas regiones, la gente realiza diariamente un tipo especial de libación conocida como challa.
Derraman una pequeña cantidad de chicha en el suelo, para la diosa, y luego beben el resto.
La gente entierra comida, tira caramelos y quema incienso para agradecer a la Pachamama por sus cosechas.
El festival coincide con la festividad cristiana del martes de carnaval, también celebrada entre los católicos como Carnevale o Mardi Gras.
[23] El challaco abarca una compleja serie de pasos rituales que comienzan en las viviendas familiares la noche anterior.
[25] Para hacer esto, las familias realizan rituales de limpieza quemando plantas, madera y otros artículos para asustar a los espíritus malignos, que se cree que son más abundantes en este momento.
La reina de la Pachamama que es elegida es escoltada por los gauchos, quienes rodean la plaza en sus caballos y la saludan durante el desfile dominical.
[24][26] Según el erudito Manuel Marzal, en el Perú actual, el culto a la Pachamama, en algunos casos, ha adquirido características cristianas o ha sido reinterpretado dentro de un marco religioso católico.
Para algunos andinos, escribe, "la Pachamama ha perdido su identidad original y se ha convertido en un símbolo de la providencia del Dios único, o [...] una realidad sagrada que alimenta a la humanidad en nombre de Dios".
[28] En la misma línea, el Papa Juan Pablo II, en dos homilías pronunciadas en Perú y Bolivia, identificó el homenaje a la Pachamama como un reconocimiento ancestral de la providencia divina que en cierto sentido prefiguraba una actitud cristiana hacia la creación.
[37][38] El cineasta argentino Juan Antin dirigió en 2018 la película francesa de animación Pachamama que evoca directamente a la diosa tierra.