Hipótesis Gaia

[1]​ Según la hipótesis Gaia (cuyo nombre es tomado de la diosa Gaia), la atmósfera y la parte superficial del planeta Tierra se comportan como un sistema donde la vida, su componente característico, se encarga de autorregular sus condiciones esenciales tales como la temperatura, composición química y salinidad en el caso de los océanos.

La hipótesis fue ideada por el químico James Lovelock en 1969[2]​ (aunque publicada en 1979), siendo apoyada y extendida por la bióloga Lynn Margulis.

A Lovelock le llamaron la atención las radicales diferencias que existían entre la Tierra y los dos planetas más próximos; esta singularidad de las condiciones de la Tierra lo llevó a formular su primera hipótesis.

[5]​ Un modelo sencillo que suele usarse para ilustrar la hipótesis Gaia es la simulación del mundo de margaritas.

[6]​ Según la segunda ley de la termodinámica, un sistema cerrado tiende a la máxima entropía.

En 1985 se celebró en la Universidad de Massachusetts la Primera Conferencia sobre la Hipótesis Gaia, con el título: ¿Es la Tierra un organismo vivo?

La Tercera conferencia Gaia (Segunda Conferencia Chapman sobre la hipótesis Gaia) tuvo lugar en Valencia, España, en junio de 2000, y fue organizada por la Universidad de Valencia y la American Geophysical Union.

En el área hispanohablante también se han realizado trabajos de investigación sobre la hipótesis Gaia.

La hipótesis se basó primeramente en la termodinámica de la biosfera de la Tierra en contraposición a la termodinámica de otros planetas del sistema solar, principalmente Marte , radicalmente distinta la una de las otras. [ 1 ]