El municipio está situado a orillas del río Sil en la parte más septentrional de El Bierzo, limitando al norte con Asturias, al este con Palacios del Sil, al sur con Toreno, Fabero, Noceda del Bierzo e Igüeña y por el oeste con Peranzanes.
Está rodeado de montanas de gran desnivel y altitudes elevadas como el Miro con sus 1990 metros (en su vertiente norte se encuentra un lago glaciar llamado lago Cheiroso) o el cercano Catoute con 2111 metros, las cuales conforman una orla montañosa que funciona como barrera climática frenando la influencia atlántica en el resto del Bierzo (La hoya) dónde el microclima tiene características más mediterráneas.
De modo general, el clima se define por unos inviernos fríos y veranos ligeramente calurosos, no muy secos, oscilando las temperaturas medias desde los 2°C en el mes más frío hasta los 18,5 °C en el mes más cálido.
En sus grandes valles, protegida por imponentes montañas, podemos encontrar una flora y fauna muy variada.
Sobre la avifauna, cabe destacar que el 14 % del municipio es zona de especial protección para las aves entre las que destacan águilas reales y culebreras, perdices rojas, urogallos, gavilanes o becadas.
La reina de los ríos es la trucha, en los bosques encontraremos robustos ejemplares de robles, castaños, encinas, capudres o acebos y en las altas montañas genciana y arándanos.
[9] Ya en época romana se atestiguan asimismo restos de pequeñas explotaciones auríferas en el término municipal, como las que se presupone podrían haber existido en las zonas de Las Poulas del Comenabre y Los Castiechos, en Anllares.
La ganadería ha sido siempre la actividad más importante, con una amplia cabaña ganadera mantenida en sus prados y las brañas de sus montes.
Con el siglo XX llegó a la zona la minería del carbón, con la empresa Uminsa del grupo Victorino Alonso que con el paso del tiempo transformó brutalmente montañas y valles, produciendo una auténtica revolución económica y demográfica, a la vez que un gran coste medioambiental cuyas consecuencias son bien visibles tras décadas de explotación.
Desde finales del siglo XX la minería ha sufrido una importante regresión, que se ha intentado amortiguar con ayudas para el desarrollo de tejido industrial alternativo en las comarcas mineras, los denominados fondos MINER.
La central conformaba la industria más importante del municipio siendo una gran fuente de ingresos para el ayuntamiento.