Reineta es el nombre dado a un grupo de variedades de manzana, descritas por primera vez en Francia y caracterizadas por un tamaño más bien grande, una forma redondeada y algo achatada, con un intenso sabor agridulce y piel verdosa o amarilla con motas.
La pulpa suele tornarse a marrón fácilmente por el alto contenido férreo que poseen algunas variedades, pero permanece blanca más tiempo si es de tipo ácida.
[1] Tiene una larga longevidad una vez recogida y no suele echarse a perder, sino que su piel se arruga y se seca bien sin perder sabor, más bien este tiende a concentrarse e intensificarse.
[1] La primera mención de la variedad reineta que se conoce fue hecha por Charles Estienne, escritor y médico francés, en 1540:
Un siglo más tarde, el botánico Duhamel du Monceau describió doce tipos de reinetas.