Peranzanes

El municipio, que se ubica en el valle de Forniella o Fornela, está atravesado por el río Cúa.

En todo caso, los indicios hacen creer que aún quedan más edificaciones por prospectar, siendo lo descubierto hasta ahora un barrio del castro.

Una muralla construida con la misma piedra utilizada en el resto de las edificaciones recorre el perímetro castreño.

En Guímara termina la carretera y para visitar el Cuadro —(nacimiento del río Cúa)— se ha de continuar por una pista en buen estado.

En los montes crecen robles, castaños, acebos, avellanos, arándanos, hayas, tojos y abedules.

La fauna es abundante y las principales especies autóctonas son jabalí, perdiz, corzo, lobo, águila real, azor, jineta, liebre, conejo, nutria, rebeco, urogallo (cuya caza afortunadamente está prohibida) y, recientemente se ha vuelto a ver algún ejemplar de oso pardo que se había extinguido por estas tierras.

Se mantuvieron hasta nuestros días sin modificaciones significativas las danzas de Guímara, Chano, Peranzanes y Trascastro.

Desde aquel día hasta hoy honran a su patrón San Bartolomé (danzan tres días situados alrededor del 24 de agosto).

Estos hechos resaltan la grandísima importancia que se les da en estas tierras a los usos y costumbres heredados de nuestros antepasados así como la fuerza con la que se vive esta representación tan peculiar.

[16]​[17]​[18]​ El habla local, conocida como fornelo o forniello, sería pues un dialecto leonés, con influencias del gallego.

[19]​ Los vendedores ambulantes de Fornela tenían una jerga propia, el burón, creado para que las personas de otras regiones no les entendiesen y así poder sacar mayor partido a su negocio.

El caldo gallego, truchas, perdiz, conejo de monte, jabalí, los diferentes embutidos, cabrito, carnes rojas, leche frita, requesón, miel, castañas asadas, cecina, patatas con bacalao o el famoso botillo, es lo que el forastero encontrará por estas tierras.

Castros de Chano
Castros de Chano
Panorámica montañosa del Valle de Fornela visto desde el pueblo de Chano