En España, la sanidad pública es una competencia descentralizada y cuya gestión corresponde a las comunidades autónomas.
[9] Este organismo, además de debatir sobre medidas sanitarias y asesorar al monarca, se dedicó a racionalizar y sistematizar la dispersa legislación sanitaria de la época.
[18] Tras la Guerra Civil española, las competencias sanitarias regresaron al Ministerio de la Gobernación hasta 1977.
[20] Años después, entre febrero y noviembre de 1981, Sanidad quedó fusionado con Trabajo.
Con el triunfo del Partido Popular en las elecciones de 1996, José Manuel Romay Beccaría fue nombrado ministro de Sanidad y Consumo, cargo en el que se mantuvo durante toda la VI legislatura.
Bajo su mandato se creaba, en 1997, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
En el segundo gobierno de José María Aznar, dos ministras ocuparon la cartera.
La primera, Celia Villalobos, tuvo que lidiar con la famosa crisis del mal de las vacas locas,[22] mientras que la segunda, Ana Pastor, tuvo un mandato sin incidentes, destacando sus medidas contra el tabaquismo.
[30] Durante el mandato de Trinidad Jiménez, tuvo que hacer frente a la pandemia causada por la gripe porcina.
[32] El Departamento pasa a denominarse «Sanidad, Política Social e Igualdad».
[32] Con las mismas competencias, desde finales de 2011 se denominó «Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad».
[49] Tras Darias estuvo José Manuel Miñones que, tras la asunción del nuevo gobierno de Pedro Sánchez, fue sustituido en el cargo por Mónica García Gómez.
[54] Este edificio es conocido como la Casa Sindical, pues fue construido entre 1949 y 1951 para albergar la Delegación Nacional de Sindicatos[55] hasta su supresión en 1971, pasando a alojarse aquí la oficina del Ministro de Relaciones Sindicales.
[58] El importante descenso del presupuesto desde principios del siglo se debe a la sucesiva transferencia de competencias sanitarias y de servicios sociales a las comunidades autónomas.