[1] La tarjeta acredita el derecho a ser tratado en los centros sanitarios públicos[2] en igualdad de condiciones con los ciudadanos del país que se visita.
Sin embargo, la TSE no cubre la atención sanitaria cuando el objetivo del viaje es recibir el tratamiento para una enfermedad o lesión que se padezca con anterioridad al mismo.
La intención del programa de la tarjeta sanitaria europea (TSE), es permitir a la gente seguir con su estancia en cualquier país donde sea válida sin la necesidad de volver a casa para recibir atención médica.
[4] La Tarjeta Sanitaria Europea no certifica automáticamente que la atención médica sea gratuita, pues en algunos países de la UE se deben pagar las consultas incluso en la sanidad pública, lo que exigiría al titular pagar esos gastos.
En caso de las personas que cuentan con seguro médico privado tienen cobertura internacional, aunque en un inicio deben pagar por las atenciones y luego solicitar el reembolso en su país de origen.