Medea (mitología)

En dicha búsqueda, utiliza su magia para salvarle la vida y mata a su propio hermano para que Jasón pueda escapar.Una vez que éste termina su búsqueda, Medea abandona su hogar natal de la Cólquida y huye hacia el occidente con Jasón, donde con el tiempo se establecen en Corinto y se casan.Ya desde la Teogonía a Medea se la ha imaginado como descendiente de Helios.Hécate, hija de Perses y descubridora del acónito, se desposó con Eetes.[14]​ Cuando Jasón y los argonautas llegaron a la Cólquida y reclamaron el vellocino de oro, el rey Eetes les prometió que se lo entregaría solo si eran capaces de realizar ciertas tareas.Una vez arado, debería sembrar en los surcos los dientes de dragón que Eetes le dio.Invulnerable al fuego y poseedor de una fuerza sobrenatural, pudo el héroe someter a los bueyes y uncirlos al arado, roturando a continuación la porción de tierra acordada.Después de esperar con paciencia a que se desarrollasen completamente un gran número de ellos, arrojó una enorme piedra entre los soldados, que no sabían quién la había arrojado, y lucharon encarnizadamente entre sí por hacerse con ella hasta la muerte.Guiados entonces por Medea, los argonautas llegaron al bosque donde se escondía el vellocino de oro.Ayudada de unas hierbas especiales y sus propios poderes hipnóticos, Medea logró dormirla, permitiendo así que Jasón cogiera el preciado trofeo y pudieran todos regresar con él a su patria.Cuando llegaron a Tesalia, Medea profetizó que el timonel del Argos, Eufemo, reinaría sobre Libia.Una vez purificados ante los dioses por Circe del crimen de Apsirto, en su morada de la isla Eea, los argonautas fueron interceptados por los colcos que les perseguían en Córcira (Corfú), donde se encontraban los héroes bajo la protección del rey Alcínoo.Pero cuando las hijas de Pelias, con la mejor intención, hicieron lo mismo con su padre, este no sobrevivió.[18]​ Tras el infanticidio Medea abandona Corinto en su carro de serpientes aladas, que le había regalado su abuelo Helios.Pero a su vez, como castigo, una epidemia fue acabando con todos los niños de la ciudad.La hechicera cumplió sus expectativas, teniendo de él un hijo al que llamaron Medo.[23]​ Cuando Teseo, el hijo secreto de Egeo, llegó a Atenas dispuesto a que su padre lo reconociera como heredero, Medea lo tomó como una amenaza al futuro de su hijo e intentó envenenarlo.[24]​ Una tradición indicaba que, tras huir precipitadamente de Atenas, Medea se refugió en Italia, donde enseñó a los nativos cómo encantar serpientes y ellos la venerarían como diosa, con el nombre de Angitia.Por último pasó a Asia superior, donde se casó con uno de los reyes más poderosos del lugar, al que sucedió en el trono.Algunos autores afirman que fue este, y no Egeo, el padre de Medo.
Medea y Jasón de John William Waterhouse
Esta es una crátera de Cáliz de figuras rojas, atribuida al pintor de Policoro y datada hacia el 400 a. C. Se conserva en el Museo de Arte de Cleveland. La escena representada en este vaso nos remite directamente al final de la tragedia Medea escrita por Eurípides. Medea, tras haber asesinado a sus hijos aparece en un carro tirado por serpientes aladas que le ha otorgado su abuelo, el Sol y en el que va a huir a Atenas. En el centro del vaso vemos, en el aire, el carro de serpientes aladas en el que está montada Medea, vestida con ropas orientalizantes y gorro frigio, simbolizando su nacionalidad extranjera. El carro está enmarcado en un círculo con rayos, que remite al Sol, el abuelo de Medea y quien le dio el carro. Abajo, sobre una especie de altar a la derecha reposan tendidos los cadáveres de sus dos hijos. Una mujer mayor, por su cabello blanco, está al lado de los cuerpos y se lleva las manos a la cabeza en señal de desolación. Tiene los brazos moteados, por lo que probablemente se trate de alguna sirvienta también extranjera, como Medea. Al lado de esta, otro personaje, masculino, también observa la escena y se lleva las manos a la cabeza. A la izquierda, mirando apenado a Medea, Jasón, con barba y vistiendo solo un himatión caído que deja al descubierto su pecho. En este pasaje en la tragedia de Eurípides Jasón acaba de descubrir el crimen de su mujer y le recrimina su crueldad, mientras ella, desde el carro, le dice que lo ha hecho para hacerle daño y que no dejará que se acerque a los cadáveres.
Esta es una cratera de volutas de figuras rojas atribuida al pintor de Talos y datada entre el 400 y el 390 a.C. Se conserva en el Museo Nazionale Jatta . En el cuerpo del vaso aparecen numerosos personajes. En posición central y destacando por su color blanco está el gigante Talos. Talos era un gigante autómata hecho de bronce que protegía la isla de Creta de los piratas o invasores. Su naturaleza broncínea explicaría el color distinto que tiene con respecto al resto de figuras representadas. Además destaca también frente a los demás personajes por su marcada anatomía. Está desnudo y mira hacia arriba como desmayándose, presumiblemente ya afectado por la poción de Medea. Es retenido por otros dos personajes, Cástor y Pólux , que reconocemos por las inscripciones con sus nombres. Ambos llevan corona de follaje, un chitón muy decorado y clámide . Pólux (izquierda) está bajando del caballo y lleva botas. Cástor (derecha) se mantiene encima del caballo. A la izquierda, con vestido y gorro oriental muy ornamentado está Medea, cuyo nombre también está inscrito. Sostiene un cuenco, de pie y mira fijamente a Talos. Al otro lado, a la derecha de Cástor, están sentados Poseidón y Anfitrite , contemplando la escena (también sus nombres están inscritos). Poseidón está coronado con laurel, barbado, viste un himatión que deja su pecho al descubierto y sostiene en la mano derecha el tridente. Anfitrite lleva en pelo recogido, una corona, viste un quitón y un himatión, apoya un brazo sobre Poseidón y con la otra mano sostiene un cetro. Ambos portan cetros en símbolo de majestad. Debajo una mujer huye dándose la vuelta, lleva corona de hiedra y chitón bordado.
Este es un dibujo de una representación de una hidria de figuras negras datada entre el 510 y el 500 a.C, atribuida al grupo de Leagro , conservada en el Museo Británico de Londres. Vemos en el cuerpo del vaso, en posición central un trípode sobre el fuego y de este sale la cabeza y patas delanteras de un carnero. A cada lado del lebes vemos dos personajes. A la izquierda están Medea y Pelias. Medea tiene el pelo largo, viste un chitón y un himatión bordados y agita el brazo izquierdo por encima del lebes. Es el momento del mito en el que Medea demuestra a las hijas de Pelias cómo puede hacer rejuvenecer al carnero. Pelias está sentado, lleva barba y pelo largo blanco, signo de que es un hombre mayor, y porta un cetro en la mano izquierda, símbolo de poder. Viste un himatión bordado. Al otro lado del lebes está Jasón, arrodillado, con barba y desnudo, colocando un tronco sobre el fuego. A su lado, mirándolo con la mano izquierda extendida está una de las hijas de Pelias, como Medea, con el pelo largo, chitón y himatión bordado. El vaso está decorado con bordes de hiedra a los lados y capullos de loto en la parte inferior.
Esta es una crátera de campana apulia de figuras rojas datada alrededor del año 390 a. C. y conservada en el Museo Louvre de París. Está atribuida al pintor de Dolón . En el cuerpo del vaso encontramos cuatro personajes. Dos mujeres en el centro y un hombre a cada uno de los lados. La mujer que se encuentra a la izquierda viste un quitón y un himatión opulentos y lleva una tiara en la cabeza de la que cae un velo. Su vestimenta denota su posición social alta: sería la princesa Creusa. La mujer que está a su lado, sin embargo, lleva ropas mucho más sencillas, solo lleva un quitón y nada en la cabeza. Porta una caja en la mano izquierda y en la derecha un manto que extiende hacia Creusa. Esta mujer sería presumiblemente una sirvienta y le está haciendo entrega del regalo de bodas envenenado que manda Medea. El hombre de la derecha lleva barba, viste un himatión bordado y porta un cetro, distintivo de su posición de poder: sería el rey Creonte, el padre de Creusa. El hombre que se sitúa al otro lado lleva un chitoniscos sobrio y su expresión facial es apenada. La pintura representa, por lo tanto, los momentos previos a la muerte de Creusa y de su padre, Creonte.
Esta es un ánfora de cuello de figuras rojas datada alrededor de 330 a. C. atribuida al pintor de Ixión , conservada en el Museo Louvre de París. En el cuerpo del ánfora hay dos personajes: Medea y uno de sus hijos. Medea viste un quitón con las mangas largas moteadas, signo de extranjería, pues Medea es procedente de la Cólquide. Lleva el cabello recogido y sujeta con la mano derecha una espada y con la izquierda la cabeza de su hijo. El niño, de considerable menor tamaño, mira hacia el lado contrario a su madre e intenta huir de la espada, agitando las manos. Solo viste un himatión que con el movimiento deja al descubierto su cuerpo desnudo. La escena tiene lugar en un interior, probablemente un templo, pues podemos ver detrás de los personajes dos columnas y una base en la que se apoya una estatuilla. En la versión corintia del mito, Medea lleva a cabo el asesinato de sus hijos dentro del templo de Hera, considerándolo una ofrenda. Sin embargo, en la tragedia de Eurípides el asesinato tiene lugar en el interior del palacio.