Cerámica blanca del Norte

Como loza blanca del Norte puede agruparse la alfarería popular esmaltada en blanco producida en diversas zonas geográficas de Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja, Pirineos y el Sur de Francia.

Se ha documentado asimismo, entre los siglos décimo y duodécimo, la técnica específica estannífera que da como resultado el característico vidriado blanco.

Por su parte, el azul, muy habitual en la producción de Eguileta, Erenchun, Elburgo y Vitoria, probablemente llegó a los alfares del Norte remontando el valle del río Ebro, desarrollado por los artesanos moriscos de Aragón y La Rioja, tras ser introducido en la cerámica andalusí en el siglo XIII.

[2]​ Con este sonoro título se conoce, solo por referencias documentales,[nota 4]​ la producción de loza blanca registrada en el Valle del Pas, sin que se haya descubierto el emplazamiento de sus alfares.

Seseña anota que los Heppe fabricaron también juguetes, palomas de engaño y loza ordinaria.

Tres modelos de la típica loza blanca del Norte de España. A la izquierda, una moderna jarra de vino (pitxarra) hecha en Navarrete (La Rioja); y a la derecha, arriba un cuenco o tazón con sencilla decoración azul (alfarería guipuzcoana) y, debajo, una jarra de Haro (La Rioja) del siglo XIX .
Tres modelos o tipos de barreños (lurrapila, lurrapilla, lebrillo) de la típica loza blanca del Norte de España. Ejemplares fabricados en el siglo XIX y XX en el País Vasco.
Jarro medidor de leche, tarro de ordeño. Alfarería de Antonio Naharro, Navarrete (La Rioja). Este tipo de piezas de vidriado de un blanco purísimo (estannífero), se han visto también en el alfar de José Ortiz de Zárate ( Villarreal de Álava ), y en centros más alejados, como Santillana del Mar (Santander).