Libro de Mormón

Smith sostuvo que el libro era de origen divino y completaba la Biblia.

[8]​[9]​[10]​ Tal postura es compartida por los miembros de la Iglesia SUD y otras del movimiento,[11]​ cuyas organizaciones apologéticas se esfuerzan por afirmar que el libro es históricamente auténtico.

En el libro se dan indicaciones de tiempo y lugares, pero hasta el momento es imposible relacionarlos con eventos históricos (salvo los derivados de la Biblia) o regiones geográficas concretas, excepto Jerusalén y su entorno.

Smith dijo que cuatro años más tarde las planchas le fueron entregadas, traduciéndolas enseguida, asegurando tener auxilio divino para esa labor.

[20]​[21]​[22]​ La impresión del libro fue asistido por Martin Harris y posteriormente también Oliver Cowdery, ambos firmantes como testigos visuales de las planchas de oro que Smith dijo haber recibido del ángel Moroni.

[23]​ El relato más difundido es que las planchas estaban cubiertas por un paño y que Smith, con su cabeza inclinada y oculta dentro de la copa de un sombrero, veía la imagen del texto original, la cual era sustituida milagrosamente por la palabra inglesa correspondiente; en ese momento dictaba a su secretario Harris el pasaje correspondiente.

[24]​[25]​ En este caso las planchas se encontraban en otra habitación o bien estaban tapadas sobre la mesa.

[31]​[32]​ Joseph Smith publicó su obra por primera vez en 1830 con el título The Book of Mormon, en referencia al personaje del libro responsable de su compilación.

Es un texto que, por lo demás, es considerado parte integral y canónica de la misma Biblia por los devotos mormones.

[44]​ En el libro mismo se invita a orar para saber si su contenido es verdadero,[45]​ y se afirma que, por medio de su interpretación correcta y fiel aplicación, el lector recibirá una guía divina para su vida.

[65]​[66]​ Se establecieron en el continente, lugar al que llamaban con frecuencia, «Tierra prometida».

Finalmente, en una fecha que las notas del libro identifican con el 421 d. C., los nefitas fueron destruidos por los lamanitas.

Se trata de un libro que, según Joseph Smith, fue revelado mediante intervención divina y cuya evidencia, ciertas planchas de oro, fueron devueltas a un ser celestial,[75]​ quien las mantiene ocultas o bien han sido enterradas en una cámara subterránea del cerro Cumorah.

[45]​ Por lo tanto solo los estudiosos mormones aceptan que el libro es auténtico y contiene información histórica sobre los pueblos precolombinos de América.

[77]​[78]​ Incluso algunos miembros del movimiento, sobre todo en la Comunidad de Cristo,[79]​ aceptan que el Libro puede no ser un texto antiguo sino una "ficción inspirada".

[126]​ Dentro del Movimiento hay muchos grupos apologéticos que buscan reconciliar las discrepancias de formas diversas.

Entre estos grupos se encuentran la Foundation for Ancient Research and Mormon Studies (FARMS) y la Foundation for Apologetic Information & Research (FAIR), que intentan probar que el Libro de Mormón es historia literal, teniendo en cuenta los argumentos críticos de su autenticidad histórica, o armonizando las evidencias históricas y científicas con el texto.

[140]​ Los investigadores concluyen que Joseph Smith debió haber leído el libro de Hunt, que estaba muy difundido entonces, y sobre esa base habría compuesto el Libro de Mormón.

[146]​ Según el estudioso David Persuitte, Smith podría haberse basado mayormente en periódicos y libros populares de la época, abundantes en especulaciones sobre el origen de los indígenas e inexactitudes históricas.

El consenso académico entre los egiptólogos[147]​ es que tal afirmación resulta cuestionable, por cuanto numerosos lingüistas, filólogos, historiadores y egiptólogos han estudiado con profundidad la civilización egipcia y jamás se ha hallado rastro del egipcio reformado.

[158]​ Cabe destacar, sin embargo, que los arqueólogos niegan la existencia de inscripciones hebreas o egipcias en la América precolombina.

[160]​ Por otra parte, los Urim y Tumim bíblicos, artefactos mediante los cuales Smith dijo haber traducido las planchas de oro, parecen haber sido piedras sagradas que se echaban a suerte[161]​ y no un dispositivo para la videncia, como alegó Smith.

11[nota 6]​ En esa misma ápoca, también comenzó a componer una Gramática Egipcia[164]​[165]​ que nunca fue publicada.

[172]​ Para 1875 la iglesia publicaba trozos selectos del Libro de Mormón al español.

[173]​ González Trejo era asistido por James Zebulon Stewart quien había servido como misionero SUD en México.

[174]​ Vila Aloy había participado en numerosas impresas dentro y fuera de los Estados Unidos por lo que asistió también con la imprenta del libro en español y la colocación de las letras en la impresora para su impresión a mano.

Una página del Libro de Mormón (2 Nefi 26:12), edición de 1997 en portugués.