[2] Llegó a debatirse la posibilidad de incluir términos como «judaísmo», «cristianismo» y «judeocristianismo» durante la redacción del proyecto del Tratado por el que se establece una Constitución para Europa cuyo "Preámbulo" fue muy discutido,[3] «precisamente por su vaguedad al hablar de la historia y tradiciones culturales constitutivas».
[4] Con todo, la misma Comisión Bíblica Pontificia indica que: De suma importancia para las relaciones entre el cristianismo y el judaísmo ha sido la Declaración Nostra Aetate .
También es importante, en lo que concierne a las relaciones entre el judaísmo y el cristianismo, el documento titulado Dabru Emet (Heb.
דברו אמת, "Decid [la] verdad"), redactado en el 2000 por 220 rabinos e intelectuales y que representa a todas las ramas del judaísmo.
El papa Juan Pablo II se esmeró en mejorar las relaciones entre la cristiandad y la judeidad, siendo además el primer pontífice católico que hizo una visita oficial a la Sinagoga, donde oficialmente expresó su apología en nombre de la Iglesia católica por su proceder contra los judíos a lo largo de la historia.
Benedicto XVI por su parte expresó un punto de vista similar a aquel de los rabinos, dejando claro en un libro publicado en 2004 junto con Marcello Pera que el diálogo intercultural puede a menudo ser positivo, pero que el diálogo teológico es prácticamente imposible y no siempre deseable.
Artistas cristianos de las épocas más diversas que han plasmado en su obra un considerable interés por la cultura hebraica o por las tradiciones judías.
Entre ellos lugar destacado ocupan Rembrandt, Delacroix, Niki de Saint Phalle, Robert Indiana y Salvador Dalí.
Entre estas últimas merece ser mencionado el aporte de artistas tales como Maurycy Gottlieb, Max Liebermann, Isaak Asknaziy y Marc Chagall.
[18] Tanto el Decálogo como el candelabro hebreo de siete brazos forman parte del repertorio tradicional iconográfico cristiano.
[28] En el grabado de Menco, por otra parte, ambas figuras comunican una actitud serena y asimismo comparten un espacio central que les es común.
Además, la Iglesia, que reprueba cualquier persecución contra los hombres, consciente del patrimonio común con los judíos, e impulsada no por razones políticas, sino por la religiosa caridad evangélica, deplora los odios, persecuciones y manifestaciones de antisemitismo de cualquier tiempo y persona contra los judíos.
La obra contemporánea fue realizada en respuesta a la noción medieval "triunfo del cristianismo sobre el judaísmo" y lleva en su pedestal una cita del Papa Francisco: "Existe un rico complemento entre la Iglesia y el pueblo judío que nos permite ayudarnos a minar las riquezas de la palabra de Dios".