Las fuerzas francesas y las tribus indígenas aliadas atacaron Nueva Inglaterra desde Canadá, destruyendo Deerfield, Massachusetts, en 1704.Esta zona la dominaban tribus indias, aunque los comerciantes británicos y francesas ya la conocían por sus tratos con la población de la región.Francia y España eran aliadas en este conflicto, si bien recientemente habían militado en bandos opuestos en la guerra de los Nueve Años.[14][15] Como sucedía en el sur, la frontera entre Acadia y Nueva Inglaterra era difusa, pese a los combates que se habían librado durante la guerra del rey Guillermo para decidir la suerte de los territorios en disputa.[22] Algunos otros pueblos contaban con empalizadas, pero muchos otros solo contaban con casas de madera reforzadas con troneras para armas de fuego y un piso algo saliente para poder disparar desde él a los que se aproximasen al edificio.Algunos colonos sabían emplear artillería, pero esta solo era eficaz cuando se atacaban defensas de piedra o madera.Estaban acuarteladas por toda Nueva Francia, si bien los núcleos principales se hallaban en las poblaciones más relevantes.El explorador franco-canadiense Pierre Le Moyne d'Iberville diseñó su Project sur la Caroline cuando concluyó la guerra anterior con el Reino Unido; este incluía el establecimiento de relaciones estrechas con las tribus indias de la cuenca del gran río, que los franceses debían utilizar para tratar de limitar las colonias inglesas a las zonas costeras y, si era posible, para eliminar incluso estas.[31] Iberville se había puesto en contacto con los españoles en enero de 1702, antes de que estallase la guerra en Europa, recomendándoles que armasen a los guerreros apalaches y se los utilizase contra las colonias británicas y sus aliados indios.El sacerdote fue avisado de la llegada del contingente enemigo y se refugió en los bosques con sus documentos; los milicianos prendieron fuego al pueblo, incluida la iglesia.[45] Los ataques indios a las colonias británicas continuaron hasta el final de la guerra y en algunos participaron también colonos franceses.[46] El gobernador Dudley organizó en mayo de 1707 una expedición para conquistar Port Royal, cuyo mando concedió a John March.Los mil seiscientos hombres de este no consiguieron expugnar el fuerte que defendía la plaza; un segundo intento realizado en agosto también fracasó.[51] La Confederanción Wabanaki siguió también combatiendo a los británicos, tanto en batalla campal como mediante incursiones por la frontera de Maine.Al fracasar la intentona contra la Nueva Francia, Nicholson y Schuyler marcharon a Londres con Hendrick Tejonihokarawa (llamado el «rey» Hendrick) y otros sachem para atraer la atención de los mandatarios británicos por la situación en Norteamérica.La delegación india despertó gran interés en la capital británica y la reina Ana le concedió audiencia.[57] Tras esta victoria, Nicholson regresó a Europa y obtuvo el respaldo real para una nueva campaña contra Quebec, en 1711.[63] D'Iberville había destruido casi todos los pueblos británicos durante la anterior guerra del rey Guillermo, en 1696-97.Los franco-indios siguieron corriendo las tierras del enemigo durante el verano y causaron 188 000 libras de pérdidas.[66] Por su parte, los británicos enviaron una flota en 1706 que arrasaron los pueblos de pescadores franceses en la costa norte.La misma expedición francesa trató en vano de tomar Ferryland, que repelió el asalto.Francia reconoció además la autoridad británica sobre los iroqueses[70] y admitió que todas las naciones pudiesen comerciar con las tribus indias del interior.[72] Pese a la insistencia francesa para que continuasen con sus correrías por territorio británico, en los últimos años los abenaki mostraron claramente su hartazgo por el conflicto.[73] En consecuencia, el gobernador Dudley organizó una conferencia de paz en Portsmouth, Nuevo Hampshire, cuyo gobierno también ostentaba.[77] Los estragos que la guerra causó a la economía de Terranova fueron graves; las flotas pesqueras quedaron muy menguadas.[81] Las relaciones entre micmac y británicos quedaron encuadradas en el movimiento de colonización británica en la zona[82] que afectó también a la costa de Maine, en la que estos estaban ocupando ya tierras abenakis, a menudo conculcando lo dispuesto en los tratados.Francia afirmaba que únicamente había cedido la península (la moderna Nueva Escocia a excepción de la isla de Cabo Bretón) y que había conservado el territorio correspondiente al moderno Nuevo Brunswick.[90] Los costes económicos de la guerra fueron onerosos para las colonias británicas del sur, incluso aquellas que apenas habían combatido.[92] Los franceses no cumplieron escrupulosamente con lo dispuesto respecto al comercio en el Tratado de Utrecht.Trataron de impedir que los británicos comerciasen con las tribus del interior y construyeron el fuerte Niágara en territorio iroqués.
Fortificaciones de piedra de
Port Royal
,
Acadia
, en 1702. Muy pocos asentamientos colonias contaban con ellas al principio de la contienda.
Incursión francesa contra Deerfield, Massachusetts, en febrero de 1704.
En junio de 1704, un destacamento de quinientos colonos de Nueva Inglaterra atacaron
Grand-Pré
, que defendió una milicia de micmac y colonos acadios.
Evacuación de los soldados franceses de Port Royal tras la
conquista de la plaza por los británicos
. La pérdida de Port Royal marcó el fin del dominio francés en la parte oriental de la península de Acadia.
Daniel d'Auger de Subercase
, gobernador de Plaisance, que encabezó una expedición de franceses y micmac contra los asentamientos británicos en Terranova en 1705.
La colonias europeas en Norteamérica. En púrpura, los territorios que Francia cedió al Reino Unido en el
Tratado de Utrecht
, que puso fin a la guerra.
La
batalla de Norridgewock
, choque de la
guerra del Padre Rale
, librada en agosto de 1724. La cesión a los británicos de parte de Acadia desató el conflicto entre estos y las tribus abenakis y micmac.