Síndrome de fatiga crónica

[7]​ Se trata de una enfermedad que puede manifestarse desde formas leves hasta extremadamente graves.No obstante, actualmente una serie de estudios han demostrado que el estrés oxidativo es un componente de la enfermedad, aunque no se ha determinado si los daños oxidativos son la causa o el efecto.Sus defensores asumen que las toxinas producidas por los hongos pueden desencadenar el síndrome de fatiga crónica y que tales infecciones crónicas o recurrentes pueden ser causadas por un reservorio intestinal de levaduras.Tanto unos como otros suelen demorar años en obtener un diagnóstico, y mientras son mal diagnosticados de depresión, ansiedad, insomnio, astenia, neurastenia o estrés.[cita requerida] Generalmente, los pacientes visitan múltiples especialistas, terapeutas alternativos, prueban todo tipo de medicamentos, remedios, suplementos, hierbas, vitaminas, modifican su dieta, viajan maltrechos a visitar otros médicos y terapeutas lejanos de los que les han hablado, gastan mucho dinero en todo ello, y suelen obtener poco rendimiento, pues apenas logran mejorías significativas.[20]​ No hay pruebas de laboratorio que se puedan utilizar para diagnosticar el SFC.[24]​ Asimismo, la fatiga crónica es un síntoma que puede ser provocado por la sensibilidad al gluten no celíaca, en la que todas las pruebas para enfermedad celíaca son negativas pero el paciente mejora al retirar el gluten de la alimentación.[29]​ En niños y adolescentes, existen los criterios de Jason (2007) para el diagnóstico clínico, si bien son necesarios estudios adicionales para su valoración.El nombre propuesto fue “Systemic Exertion Intolerance Disease” (SEID) que se traduce como Enfermedad Sistémica de Intolerancia al Esfuerzo.[4]​ La revisión concluye: "Está claro por la evidencia recopilada por el comité que el síndrome de fatiga crónica es una enfermedad seria, crónica, compleja y múltisistémica, que frecuente y dramáticamente limita las actividades de los pacientes afectados."[4]​ Establece que hay evidencia científica suficiente en estos aspectos: enfermedad discapacitante, fatiga profunda que no se alivia con descanso, malestar post-esfuerzo, problemas cognitivos y procesamiento lento de la información, intolerancia ortostática, dolor, disfunción inmunitaria y respuesta anormal al Virus de Epstein-Barr.[20]​ A pesar de haber sido un tratamiento propuesto como curativo, no hay evidencia que sostenga esta afirmación.En la actualidad, el NICE solo recomienda la TCC como ayuda para afrontar la angustia que causa la enfermedad.Este modelo ha sido criticado por carecer de evidencia y estar en desacuerdo con los cambios biológicos asociados con EM/SFC.[20]​ Hay evidencias suficientes sobre su eficacia para mejorar las medidas de cansancio y funcionamiento físico en pacientes con SFC.[20]​ Sin embargo, es importante considerar que realizar un sobreesfuerzo puede empeorar la evolución del SFC.[20]​ La combinación del ejercicio físico gradual con otras estrategias, tales como tratamiento farmacológico sintomático, educación y TCC ha mostrado una efectividad moderada.Esto evitará el sufrimiento innecesario infligido a los pacientes por parte de sus médicos, que es el peor de todos los daños, como concluye Spence, y que es totalmente evitable.”[41]​ El equipo del Vall d’Hebron del Doctor José Alegre publicaba este meta-análisis sobre la eficacia de los tratamientos ofrecidos a pacientes de SFC/EM en el que concluía que ni el Ejercicio Gradual ni la Terapia Cognitivo-conductual son terapias con validez probada.Treatment and management of Chronic Fatigue Syndrome/Myalgic Encephalomyelitis: all roads lead to Rome[42]​ Aunque son necesarias más investigaciones, actualmente las conclusiones de varios estudios[¿cuál?]En esta línea, la suplementación con los antioxidantes glutatión, N-acetilcisteína, α-ácido lipoico, proantocianidinas oligoméricas, Ginkgo biloba y Vaccinium myrtillus se muestra prometedora, si bien son necesarios estudios clínicos para demostrar su eficacia pacientes con SFC.[10]​ La intolerancia a los alimentos parece estar implicada en el desarrollo de los síntomas del SFC, si bien la información sigue siendo limitada.[10]​ Estos resultados desmontan estudios previos, en los que se habían hecho suposiciones falsas con respecto a la relación entre la intolerancia a los alimentos y el SFC, en los cuales sin realizar pruebas de eliminación y exposición a alimentos ni evaluar la presencia de marcadores inflamatorios, se concluyó que los pacientes con fatiga crónica que notaban intolerancias alimentarias simplemente manifestaban rasgos de somatización.La EC es una enfermedad subdiagnosticada en la población general,[10]​ que cursa frecuentemente con anticuerpos negativos,[24]​ únicamente con enteropatía leve y sin ningún síntoma digestivo.[10]​ La evidencia sobre la eficacia de las terapias alternativas o complementarias, tales como la homeopatía, la acupuntura y la fitoterapia, es insuficiente.