Básicamente la prueba de la mesa inclinada se basa en inducir una reacción tipo vasovagal en el paciente.
El síncope vasovagal sucede en pacientes que inicialmente tienen una respuesta normal pero muestran una incapacidad para mantener la presión arterial y la perfusión cerebral debida a anormalidades de la regulación autonómica.
Si la presión arterial cae demasiado bajo, no habrá flujo de sangre al cerebro y la persona se desmayará.
En esta fase el paciente deberá informar al médico si se presentan los mismos síntomas previos a un desmayo habitual.
De ser positiva esta prueba, se iniciará un tratamiento farmacológico prescrito por un cardiólogo, es decir, recetará medicamentos que ayudarán a controlar el problema.