Rinitis

Los síntomas pueden agravarse en respuesta a ciertos factores desencadenantes, como cambios en la temperatura, humedad, irritantes químicos o alimentos picantes.

[3]​ Está causada por medicamentos vasoconstrictores nasales como la nafazolina, la fenilefrina, la oximetazolina y derivados, obtenibles sin receta médica, con marcas comerciales como Respibien, Utabon, Respir, VicksInhalador, Antirrinum, Couldespir, Cuvenax, Friresp, Nasolina, Nebulicina, Nuerel, Oximetazolina Edigen o Sinexsensi.

Por esto, muchas veces se consideran adictivos, pues los pacientes quieren usarlos cada vez más, sin ser conscientes de que pueden empeorarles los síntomas.

Entre los síntomas, además de los generales, se encuentran el sangrado nasal frecuente, la sequedad, la descamación, la disminución del olfato, el mal aliento y/o picor en la nariz.

La rinitis alérgica se manifiesta también con estornudos frecuentes, flujo nasal transparente acuoso y lagrimeo constante.

[18]​ Por otro lado, la inmunoterapia sublingual ha demostrado ser un tratamiento efectivo en niños con rinitis y asma causadas por sensibilización a alérgenos estacionales (como la alergia al polen) y actualmente su uso en varios países europeos supera al de la inmunoterapia subcutánea clásica.

[19]​ La inmunoterapia con alérgenos, administrada tanto por vía subcutánea como por vía sublingual, está absolutamente contraindicada en niños menores de dos años, personas con asma incontrolada o mal controlada, pacientes con enfermedades autoinmunes activas y enfermos de sida.

[20]​ Asimismo, está absolutamente contraindicado su inicio durante el embarazo, pero podría continuarse un tratamiento preexistente bien tolerado, con precaución y bajo supervisión médica.

[20]​ En niños con edades comprendidas entre los dos y los cinco años, la inmunoterapia con alérgenos solo está indicada en casos concretos.

Cambios patológicos en la rinitis no alérgica