[1] Es frecuente en personas con albinismo, aunque también puede deberse a enfermedades relacionadas con el ojo o el sistema nervioso.
Es un síntoma importante, aunque no diagnóstico, en la queratitis, la uveítis, el glaucoma agudo, la cefalea tipo migraña y la cefalea en racimo, así como en las abrasiones y erosiones corneales traumáticas.
Los pacientes pueden desarrollar fotofobia como resultado de varias condiciones médicas diferentes, relacionadas con el ojo o el sistema nervioso.
No suele revestir importancia y puede aliviarse usando gafas oscuras o apagando la luz.
Algunas soluciones oculares de uso frecuente también pueden ocasionar fotofobia, por lo cual discontinuando su uso esta reacción desaparecerá.