Francisco Cavero Vas

Desde su infancia, Cavero compartió una gran amistad con Antonio Beltrán Casaña "L'Esquinazau" también de Canfranc, con quien se le suele confundir,[1]​ su juventud en Canfranc les permitió compartir con su grupo de amigos la misma visión del mundo, que a los pocos años se definiría como marxista-leninista, siendo ya adultos se hicieron socios dedicándose el negocio del taxi.

Tras hacer frente brevemente al golpe militar del 18 de julio en Jaca y retirarse a Canfranc, Cavero y los demás comprendieron que sería imposible hacer frente a las experimentadas tropas de montaña con los escasos recursos que disponían en el valle, el alzamiento en Canfranc se retrasó un par de días, pero era inevitable, Cavero decidió partir junto a sus amigos del pueblo, de igual forma harían el resto de republicanos jacetanos que huyeron a la cercana zona republicana para alistarse, dejando atrás a sus familias.

A las pocas semanas acabaría formando junto a muchos republicanos del Pirineo aragonés el 517° Batallón "Alto Aragón", que más tarde conformará en abril de 1937 la 130.ª Brigada Mixta, cabe recalcar que en estas brigadas combatían codo con codo demócratas republicanos, comunistas, anarquistas, nacionalistas aragoneses y catalanes en menor medida, en estas unidades no existieron disputas entre marxistas y anarquistas debido a que muchos ya se conocían y compartían la misma forma de vida en la alta montaña, no se permitió que la ideología particular se impusiera al bien común principal que era ganar la guerra, está cohesión grupal no era la norma entre las demás milicias y brigadas del ejército republicano, sobre todo a partir de 1937.

Es por estas fechas cuando debió ocurrir el famoso incidente en Fiscal, del que Cavero y Ricardo Sánchez fueron testigos, se comenta los que una columna de milicianos del P.O.U.M abandonaba el asediado frente de Bielsa para ir a luchar en los combates de Barcelona que enfrentaban a las milicias anarco comunistas con el gobierno y las corrientes prosoviéticas del PCE, ante está deserción masiva y la posibilidad de empeorar la situación en el frente pirenaico, algunos oficiales presentes de la 43°División les cortaron el paso a la altura de Fiscal, obligándolos a volver a sus puestos o abrirían fuego contra la columna rebelde, dicen que aquel día a punto estuvieron de liarse a tiros los comunistas y los trotskistas, pero finalmente, el contingente libertario acató la orden y se dio media vuelta, volviendo a sus puestos en el frente, testimonios también afirman que Beltrán y Cavero, al igual que sus paisanos, evitaron el bombardeo y derribo de algunas Iglesias románicas en el Alto Aragón, ya que los nacionales solían montar sus ametralladoras en los campanarios, para abrir fuego sobre cualquier calle del pueblo (como ocurrió en Gavín).

En junio de 1938 y tras dos meses de férrea resistencia en la montaña, se retiró con la última avalancha de refugiados militares y civiles por el peligroso puerto, que seguía congelado por esas fechas, no pocos perecieron al resbalar con el hielo del camino y caer por la escarpada ladera, mientras eran hostigados a distancia por el enemigo, cuando llegaron a la frontera, Cavero entregó sus armas a los Gendarmes, pasado a su custodia, poco después, se unió al numeroso grupo de combatientes republicanos que desplazados por el gobierno francés, decidieron volver a incorporarse al Ejército Popular de la República.

Al acabar el trabajo, Cavero se dirigió definitivamente a su querido Pirineo bearnés, conocía muy bien aquella zona y sus gentes desde joven, cuando vendía ganado en las ferias bearnesas, está región comunicaba por el Somport con su hogar Canfranc, donde aún residía su familia tras ser excarcelada al final de la guerra, tenía la esperanza de verlos en el Somport una vez la tensión en la frontera pirenaica fuese disminuyendo.

Aunque había sido una gran explosión, el puente no tardaría más de un año en reparase, algo aceptable para poder mantener el tráfico normal, pues tal y como calculó Cavero, el puente fue reparado a los pocos meses de la rendición de Alemania, volviendo a estar operativo para su circulación una vez acabada la guerra en 1945.

Los pasos de montaña fronterizos bajo control alemán tendían a estar bien vigilados y defendidos, sobre todo lo estaba el histórico puerto de Somport por su relevancia estratégica, y la notable presencia militar germana a ambos lados La 10° brigada de guerrilleros españoles comandada por Cavero tenía muchos escondites y, con pocos hombres, podían controlar zonas bastante extensas en cotas altas, bosques y valles poco accesibles, aunque su principal base de operaciones siempre fueron los profundos bosques del estratégico Col de Marie Blanque, donde los guerrilleros llegaron a construir temporalmente un pequeño fuerte defensivo.

Desde lo alto del puerto planificaban los asaltos e incursiones, pues el paso que controlaban entre los dos valles, además de ser su bastión defensivo, les permitía acceder por diferentes sendas a Ossau o Aspe.

La brigada disponía de cuarteles y enfermerías clandestinas, depósitos de armas y munición, en edificios particulares ofrecidos a la causa antifascista, también localizaban bordas abandonadas o edificios en ruinas, muy útiles para servir de refugio improvisado en la montaña, el edificio más importante del que disponían los maquis fue el cuartel y enfermería que tenía montado la 10° brigada en Buziet, la casa fue facilitada por un simpatizantes de la guerrilla española, algunos civiles ofrecían sus conocimientos médicos y ayuda desinteresada, otros muchos se comprometieron al decidir ser enlaces de la resistencia, había una pequeña guerrilla de españoles y franceses que controlaban gran parte del inmenso bosque de Arudy (le bager d'Arudy), donde solían sucederse las emboscadas a los alemanes que se internaban en el bosque, también había resistentes españoles clandestinos en Olorón bien organizados.

Esta creciente inseguridad que empezaron a experimentar los alemanes en ambos valles al ser acechados por los españoles era propia del frente de batalla, no de aquella zona alejada del frente que no debería dar ningún problema, los ataques del maquis eran cada vez más frecuentes y elaborados, aumentando así su letalidad, la progresiva dureza y aleatoriedad de las emboscadas del maquis aumentó el número de bajas entre las patrullas alemanas.

A principios de agosto de 1944, cuando el avance aliado sobre París era ya inevitable, los alemanes iniciaron el repliegue ordenado a la frontera alemana, el segundo desembarco aliado fue en las playas de Provenza, la débil resistencia alemana propició el rápido avance de los aliados por la campiña sin apenas oposición, al avanzar tan rápidamente hacia el oeste, las divisiones mecanizadas aliadas acabaron por separar a las fuerzas alemanas desplegadas en el sur y centro de Francia de la retirada principal en el norte donde ahora estaba el frente, quedando incomunicadas dichas divisiones alemanes al sur del grueso del ejército, ante está situación, los guerrilleros españoles incrementaron la complejidad sus ataques a las posiciones alemanas, los violentos tiroteos ahora podían durar horas o días cuando meses antes apenas se intercambiaban varios disparos con las patrullas antes de desaparecer en el bosque.

En 1915 se unirá a Pancho Villa en la Revolución mexicana, este hecho quizá influyó notablemente en la política del grupo, que adquirió un carácter más revolucionario y comprometidos con la lucha obrera.

Caballería realista cargando contra la columna republicana de Jaca, carretera de Cillas, diciembre de 1930.
El frente de Aragón en 1936, Canfranc era una localidad disputada.
Coche blindado, al lado milicianos republicanos en Biescas, tras su conquista en octubre de 1937.
Famosa foto de los guerrilleros españoles en Lées-Athas ( Valle de Aspe ), Francisco Cavero en el centro a la izquierda, vestido con boina, guerrera y pantalones de oficial alemán, a su derecha Hilario Borau, agosto de 1944.
El puente de Escot , apuntalado tras el sabotaje de Francisco Cavero en agosto de 1944.
Francisco Cavero (2) y Antonio Beltrán (1) en un autocar de la compañía "La Competencia", Jaca 1924