Entre las personas mayores, aún quedan hablantes de aragonés panticuto, tanto en Panticosa como en El Pueyo.
El valle cuenta con tres municipios cuya población está dividida en varias pedanías que dependen administrativamente de ellos.
Los quiñones compartían leyes y privilegios, administrados siempre por las periódicas Juntas Generales del Valle, manteniéndose vigentes hasta 1836.
Los tensinos tienen por patrona a Santa Elena, venerándose en un legendario santuario enclavado en la entrada misma del valle.
Hasta allí realizan diversas romerías a lo largo del año, siempre muy concurridas.