Se enclava en el pirenaico valle de Tena, a 1294 m s. n. m. Su nombre parece provenir del término francés Saint-Denis, transformándose posteriormente en San Dinés o San Ginés.
Aparece documentada su existencia desde finales del siglo XIII y junto con Tramacastilla, Escarrilla, Piedrafita, Búbal y Saqués, conformó hasta 1836 el quiñón de La Partacua, uno de los tres territorios históricos en los que se dividía el valle de Tena.
Entre sus casas de piedra, que suman apenas una treintena, hay muchas que fueron antiguos establos transformados hoy en viviendas destinadas al turismo rural.
El núcleo ha sufrido muy pocas alteraciones, conservando el encanto de la aldea de montaña que siempre fue.
Junto a la plaza se encuentran dos de los principales atractivos de Sandiniés: la popular fuente-lavadero y la pequeña iglesia parroquial (siglo XVII), erigida sobre un mirador desde el que se divisan imponentes panorámicas.