Se encuentra en el Pirineo, a 1224 m s. n. m. Junto con Sandiniés, Escarrilla, Piedrafita, Búbal y Saqués, Tramacastilla conformaba el quiñón de la Partacua o Partagua, uno de los tres territorios históricos en los que se dividía el valle de Tena.
En la localidad destaca la iglesia románica del siglo XII y su retablo renacentista que hace honor a San Miguel, fue ampliada a finales del siglo XVI.
Es conocida también, por sus bellos paisajes, por su excelente cocina y por el turismo que atraen los deportes de invierno que se pueden practicar a su alrededor.
Se han conservado a través de los años tradiciones como la "ronda", que recorre todas las casas del pueblo, y en la que los mozos bailan el típico "paloteo", echando brindis, en graciosos pareados, entre buenos platos de jamón y vinos de la tierra.
Escudo cuadrilongo de base circular.