Francesco Guccini

[2]​ Debutó en solitario en 1967 con Folk beat n.1, aunque ya en 1959 había escrito algunas canciones de rock y actuado con un grupo.

[16]​ Más éxito tuvo en la Gazzetta di Modena, donde ejerció durante dos años como periodista, un trabajo según él "agotador".

[30]​ Para su maduración musical y artística, resultó decisiva la influencia del grupo turinés Cantacronache (de Fausto Amodei, Sergio Liberovici e Michele Straniero).

Para interpretarlo fueron elegidas dos cantantes de la casa, Caterina Caselli y Gigliola Cinquetti pero la canción no superó la selección.

[32]​ Como aseguraría Roberto Vecchioni (que en aquel momento, también trabajaba para CGD), la casa impuso a dos letristas (Daniele Pace y Mario Panzeri) para intentar modificar la letra.

[33]​ La canción fue grabada por ambas cantantes (Cinquetti en el álbum La rosa nera y Caselli en Diamoci del tu).

[37]​[38]​ Hubo, además, otra canción (In morte di S.F., registrada en la Siae como Canzone per un'amica) que sería también grabada posteriormente por los Nomadi.

Al año siguiente, Guccini volvió a los estudios, publicando un vinilo con dos canciones: por un lado, Un altro giorno è andato, que fue modificada y hecha en acústico en 1970 e incluida en L'isola non trovata, y, por otro, Il bello, que fue tocada en directo en Opera buffa, tras haber sido interpretada por Lando Buzzanca.

[45]​ Entre 1967 y 1968, trabajó también como publicista, colaborando con eslóganes, usando a Salomone pirata pacioccone, un mítico dibujo animado del programa de televisión Carosello.

[51]​ Con este disco, comenzó un proceso de colaboración que duró casi diez años, con la cantante folk americana Deborah Kooperman la cual, a pesar de no ser una verdadera guitarrista, imprimió a la obra guccinesca un nuevo estilo basado en arpegios; poco usado en la Italia del momento.

[56]​ Destacaron de aquel disco Un altro giorno è andato, que volvería a ser grabada dos años después; L'uomo y L'orizonte di K.D.

Esta vena cabaretista se percibía claramente en canciones como Addio, Cirano o Il sociale e l'antisociale.

[78]​ Es, precisamente en este disco, donde aparece la mencionada canción L'avvelenata que responde con rabia a las críticas de Bertoncelli.

[84]​ No faltaban en el álbum momentos de lirismo: Canzone quasi d'Amore, ligado a la poética existencialista.

[86]​[87]​ Dos años después llegó Amerigo (1978, en el que se incluía Eskimo, inspirada por la separación de su mujer, Roberta).

[101]​ En el disco Guccini retomó una canción de la Asamblea Musical Teatral, escrita por Gian Piero Alloisio, Venecia (para la que realizó algunas pequeñas modificaciones al texto).

[103]​ Bizanzio estuvo representada por Guccini como cruce de caminos glamuroso pero agobiante, al límite entre dos continentes y dos eras, con tonos a veces apocalípticos.

[104]​[105]​ En ella, el protagonista, Filemazio, (identificado con Guccini[106]​), percibía la decadencia de su civilización, paralelamente a la occidental, y cómo se acercaba su fin.

La canción estaba ambientada en la época del emperador Justiniano I y contaba con muchas referencias históricas al periodo que Guccini ha explicado en varias ocasiones.

[110]​[111]​ También en 1981 Guccini, después de haberlas conocidas en el Club Tenco, presentó a las Gemelas Nete y Renzo Arbore, contribuyendo al lanzamiento nacional del dúo piamontés.

En él se incluían los intensos versos de Lettera, dedicada a dos amigos fallecidos: Bonvi y Victor Sogliani.

[136]​ Algunas canciones del disco siguiente, Ritratti (2004), estaban caracterizadas por diálogos imaginarios con personajes históricos como Ulises, Cristóbal Colón y Che Guevara.

[146]​ En la gira del mismo año Guccini presentó una nueva canción sobre la resistencia italiana (Su in collina), que fue incorporada posteriormente a su disco L'ultima Thule.

En la letra translucían evidentes críticas a una parte del ambiente musical, caracterizada por el snobismo y la incoherencia.

[170]​ Sus dos siguientes novelas, Vacca d'un cane y Cittanova blues, que de la misma manera fueron best sellers; tenían también diversos contenidos autobiográficos.

De hecho, se mudó rápidamente a Bolonia lo que representó su descubrimiento del mundo, el "sueño americano".

[173]​[174]​ Precisamente este último capítulo era el centro narrativo de Cittanòva Blues, que cerraba la trilogía autobiográfica.

Guccini escribió algunas rimas que recitaba un agricultor cantastorie (una figura tradicional italiana similar a los juglares) en dialecto, contando las historias del bandido.

[183]​ Otros intérpretes fueron Claudio Cassinelli y Piera Degli Esposti que tenían papeles de personajes históricos del lugar.

[184]​ Posteriormente, haría lo propio en Radiofreccia (1998), Ormai è fatta, Ti amo in tutte le lingue del mondo, Una oglie bellissima y en Io & Marilyn, todas dirigidas por Leonardo Pieraccioni.

Via Paolo Fabbri, 43, Bologna.
Desde hace años Guccini vive de forma estable en Pàvana ( Pistoia ) y solo ocasionalmente se dirige Módena o Bolonia donde, de todas formas, posee casa
Guccini posee una voz de Barítono con un claro rotacismo (la "erre francesa").
Guccini en concierto en el Palaghiaccio de Marino , marzo de 2003. De izquierda a derecha: "Flaco" Biondini (guitarra), Roberto Manuzzi (teclado), Francesco Guccini, los exmiembros de The Pleasure Machine (Ellade Bandini (batería), Vence Tempera (teclados) y Ares Tavolazzi (bajo)), y Antonio Marangolo (saxo).
Guccini en el Premio Chiaria en 2010.