Se difunde originalmente a través de revistas en papel barato, de pulpa o pulp, en inglés, a un público trabajador o proletario, por lo que su lenguaje no abunda en florituras, existe una genuina preocupación social, ambientación, descripciones naturalistas, urbanas en ambientes marginales como el hampa y los suburbios, pero también en los aparentemente más vistosos de la corrupción política y moral.
Por otra parte, el desarrollo de la acción es rápido, movido y frecuentemente violento, no tan intelectual e inquisitivo como en la narrativa policiaca inglesa.
Al contrario que en ésta, el crimen se devuelve a los ambientes degradados donde se comete más frecuentemente y la resolución del crimen no es un objetivo primordial, sino la elucidación no explícita de su motivación moral.
Tanto el detective como los criminales cruzan a menudo la barrera entre el bien y el mal, pero el detective se muestra muchas veces como un personaje fracasado y cínico que termina salvándose apenas por los pelos al final merced a un rudimentario sentido del honor personal.
Por esto aparece en los diálogos un lenguaje crudo, a menudo el slang callejero, y se da más importancia al desarrollo de la acción que al análisis del crimen, aunque también importa una descripción naturalista y a veces impresionista de la sociedad donde, más que nacen, se hacen los criminales junto a una reflexión, casi siempre no explicitada, del deterioro ético.