Claudio Lolli

[3]​[4]​ En 1972 era uno de los tantos jóvenes cantautores más o menos desconocidos ( a la sazón el más conocido era Claudio Rocchi, los otros eran Antonello Venditti, Francesco De Gregori y Alan Sorrenti) que enviaban grabaciones no profesionales al programa Per Voi Giovani, creado por Renzo Arbore y presentado por Carlo Massarini.

[3]​ Su mayor éxito artístico es la canción Ho visto anche degli zingari felici, junto con el entero álbum del mismo nombre, que publica en 1976.

Con este trabajo, Lolli separa su camino definitivamente del de Guccini, asumiendo un fuerte y valeroso compromiso político.

Actúa por toda Italia con el acompañamiento, tan solo, del maestro Capodacqua a la guitarra clásica electrificada, en actuaciones en las que desgrana su vastísimo repertorio, alternando las canciones célebres con otras menos conocidas.

Entre su obra narrativa se encuentran L'inseguitore Peter H., Giochi crudeli y Nei sogni degli altri.