No llegó, sin embargo, a obtener la licenciatura, ya que prefirió asistir, con algunos amigos que forman con él el grupo de los "poetas crepusculares", a los cursos de literatura que daba el poeta Arturo Graf, muy admirado por los jóvenes literatos de la ciudad.Graf era partidario de un pesimismo leopardiano atemperado con un socialismo de tipo espiritual, y era por tanto muy admirado por los jóvenes intelectuales turineses, que veían en su pensamiento un posible "antídoto" contra el gusto dannunziano que imperaba en la época.Gracias a él, Gozzano se liberó del gusto decadente que dominaba sus primeros versos, y en esta época se dedicó a estudiar con atención la obra poética de Dante Alighieri y Francesco Petrarca.Ese año inició también una relación, que inicialmente fue solo epistolar, con Amalia Guglielminetti, a quien había conocido durante los encuentros de la Società di Cultura.Las "Cartas" de amor entre Gozzano y Amalia Guglielminetti, escritas en los años 1907-1909, dan testimonio del amor que Guido sintió por la poetisa, cuya estrecha relación duró hasta su muerte.[1] En 1909, tras abandonar sus estudios de Derecho, se dedicó por completo a la poesía.El éxito que obtuvo su obra valió a Gozzano un gran número de solicitudes para colaborar en periódicos y revistas, como La Stampa, La Lettura y La Donna, en cuyas páginas publicó tanto poesía como prosa.En 1912 se agravó su estado de salud, y decidió emprender un largo viaje a la India para buscar climas más propicios.